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¿Cómo es el intercambio comercial entre Málaga y los Estados Unidos? El análisis detallado de la compraventa de bienes entre ambos territorios depara algunas ... sorpresas. El producto que a todos se nos viene a la cabeza es el aceite de oliva y sí, efectivamente es el rey indiscutible de las exportaciones malagueñas al país americano. Tampoco extraña que el vino o las aceitunas sean bien recibidos en dicho mercado. Pero hay otros bienes que a priori no se vinculan tan intuitivamente con Málaga: dispositivos de control domótico, paneles solares, obras artísticas, relojes de alta gama o tabaco para cachimbas también figuran en el 'top 15' de los productos malagueños más vendidos en el mercado americano. En cuanto a las importaciones que llegan de EE UU, la maquinaria, los drones, los barcos y los medicamentos conviven con artículos más curiosos como los carritos de golf, las cortadoras de césped o las pinzas de batería.
Hay en total 738 empresas malagueñas que exportaron algún producto a Estados Unidos el año pasado, de las que 124 han mantenido relación comercial con dicho país durante los últimos cuatro años, por lo que se consideran exportadores regulares.
Estados Unidos es el cuarto cliente más importante para los exportadores malagueños después de Francia, Italia y Portugal. Y eso se debe al aceite. De los 308 millones de euros que sumaron el año pasado las exportaciones de Málaga a EE UU, casi 222 millones (o sea, el 72% del total) se deben al oro líquido. De hecho, fue gracias al volumen de ventas y al alto precio que alcanzó el aceite de oliva que la provincia alcanzó en 2024 un récord histórico de ventas al mercado americano y un superávit comercial de más de 213 millones con este país: por cada euro que le factura Estados Unidos a Málaga, ésta le factura tres.
Hay también otros productos agroalimentarios tan tradicionales como el vino, las aceitunas o el vinagre en la cesta de las exportaciones malagueñas a Estados Unidos. Sin embargo, su peso en la balanza comercial no puede compararse con el del aceite de oliva. En 2024, los bodegueros malagueños facturaron más de 3 millones de euros en vino blanco a dicho país, a los que hay que sumar otros 1,3 millones por vinos de otras variedades. Las aceitunas en conserva aportaron más de 2 millones de euros y, además, en ese 'top 15' de exportaciones a EE UU hay otros alimentos menos típicos como el vinagre, el pescado en salazón o el azafrán. Por cierto, no es que este último producto se cultive en Málaga, sino que una de las principales empresas exportadoras de esta especia, Triselecta, tiene su sede aquí.
Pero no sólo del agro viven los exportadores malagueños. El segundo producto que más aportó al superávit comercial de Málaga con EE UU son «instrumentos y aparatos automáticos para la regulación y el control». Así dicho no da muchas pistas, pero son el tipo de dispositivos que fabrica Airzone, especializada en sistemas de control de la climatización. Esta empresa obtiene un 10% de su facturación en el mercado americano, al que atribuye un «potencial altísimo de crecimiento».
Otros productos industriales que cruzan con frecuencia el Atlántico son los paneles solares. Y lo curioso es que lo hacen en ambos sentidos, porque estos dispositivos figuran tanto en la lista de exportaciones (con casi 5,7 millones de euros facturados el año pasado) como en la de importaciones (por valor de casi 2,9 millones).
Dentro también del capítulo de la eléctronica -que a priori se vincula poco con Málaga-, Estados Unidos nos compra condensadores eléctricos como los que fabrica TDK y componentes electrónicos destinados a televisores y otros dispositivos audiovisuales como los que produce Denso Ten España (la antigua Fujitsu).
Uno de los artículos que más sorprenden del 'top 15' de exportaciones malagueñas a EE UU son los relojes. No es que nos hayamos lanzado a competir con Suiza en el centenario arte de la relojería: los 4 millones de euros que le facturó Málaga a EE UU el año pasado por este concepto se deben a los relojes de alta gama que los turistas americanos compran en joyerías locales durante sus estancias en la Costa del Sol. Y es que cuando un viajero no residente en la UE adquiere un bien en España, cuenta como exportación bajo régimen especial de viajeros.
«El atractivo que ha ganado Málaga como destino turístico y el vuelo regular a Nueva York han hecho que aumente la llegada de visitantes desde Estados Unidos y Canadá. Algunos de ellos aprovechan el viaje para comprar un reloj de alta gama o una joya y beneficiarse de la devolución del 21% de IVA», explica Miguel Molina, copropietario de la joyería Gómez y Molina. «Son artículos de precio elevado, así que el ahorro es significativo», incide el joyero, que aprovecha la ocasión para plantear que deberían aumentarse los efectivos de la Guardia Civil que se dedican en el aeropuerto a controlar las facturas y los formularios de devolución del IVA, ya que en verano se generan «colas kilométricas» que, en su opinión, dan una imagen «tercermundista».
En el ranking de exportaciones malagueñas se ha colado en los últimos años un producto muy especial: el arte. Bajo el epígrafe «Pinturas y dibujos hechos totalmente a mano», el año pasado se facturaron casi 916.000 euros desde Málaga a Estados Unidos. Desde el estudio de Javier Calleja destacan la importancia de ferias como Art Basel, en Miami, o LA Art Show, en Los Ángeles. El artista malagueño protagonizó una exposición individual en una galería de Nueva York el pasado año. Además, hay galerías de arte con una fuerte vocación internacional, como la marbellí Yusto/Giner, que entre su circuito de ferias de arte siempre incluye la de Miami.
El ranking de las principales importaciones que realiza Málaga de Estados Unidos está dominado por tres tipos de productos: por un lado, vehículos de diferentes tipos y sus componentes (aeronaves, barcos o carritos de golf); por otro, maquinaria (cortadoras de césped, máquinas agrícolas o turbogeneradores) y, por otro, medicamentos, reactivos y aparatos de uso sanitario.
¿Qué pueden hacer las empresas malagueñas con intereses comerciales en Estados Unidos ante la guerra arancelaria con la que amaga Trump? Desde la Cámara de Comercio de Málaga reconocen que la situación es «complicada» para las más de 120 compañías de la provincia que de forma regular exportan sus productos al país americano. «Los empresarios nos transmiten que están esperanzados en que la diplomacia consiga reconducir la situación y que el daño sea el mínimo posible finalmente, pero es obvio que una empresa no puede quedarse esperando a que las cosas salgan bien», reflexionan fuentes de la institución cameral.
El consejo genérico ante esta incierta situación sería, por un lado, «intentar seguir trabajando en el mercado americano, mientras sea rentable» y, por otro, «trabajar para diversificar las exportaciones en otros mercados». «Lo de diversificar no es un consejo nuevo: es la estrategia que aconsejamos desde siempre a todas las empresas que se adentran en la internacionalización», apuntan desde la Cámara de Comercio. Siendo conscientes, añaden, de que la apertura de nuevos mercados podrá «paliar pero no sustituir» a un mercado que actualmente es el cuarto destino de las exportaciones malagueñas.
Latinoamérica en general y Mercosur en particular ganan atractivo en este nuevo escenario. La UE parece decidida a acelerar el acuerdo con Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay para crear junto a los estados asociados (Chile, Perú, Colombia o Ecuador) la mayor zona libre de aranceles del mundo. «Es una zona que presenta oportunidades muy interesantes», destacan desde la Cámara. Hasta ahora, la América hispanohablante no ha destacado como compradora de productos, pero sí como demandante de servicios.
Otros mercados interesantes a los que la Cámara de Málaga va a organizar misiones comerciales este año son Colombia, México, Arabia Saudí, la India o Canadá. Desde la institución destacan también las «grandes oportunidades» que aguardan en el África subsahariana; de hecho, hay un proyecto impulsado al alimón con la Cámara de Granada, el ICEX y las universidades de ambas provincias, la Iniciativa para el Desarrollo Empresarial Sur de España-África (IDESA), que busca impulsar las relaciones comerciales con los mercados africanos.
Además, los expertos recuerdan tres importantes mercados que están en los últimos puestos del 'top 10' de los destinos de exportación de Málaga, como son Reino Unido, Marruecos y China. «China sigue siendo el gran desconocido, tiene unas oportunidades enormes pero a la vez grandes diferencias culturales y barreras burocráticas que lo convierten en un mercado difícil para el que va por primera vez», reflexionan los expertos de la Cámara.
En este contexto de guerra arancelaria, hay un tipo de exportaciones que no se ven afectadas: las de servicios. Y Málaga es fuerte en esto: empresas tecnológicas como Babel (antigua Ingenia) o Hispasec, estudios de arquitectura e ingeniería, compañías de formación como Vértice o bufetes de abogados tienen desde hace tiempo parte de su clientela en el extranjero, con especial presencia en Latinoamérica por la afinidad cultural.
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