Las novedades fiscales de los autónomos para el próximo año

Este es el caso, por ejemplo, de la modificación en el mínimo para tributar, que pasará a ser de 15.000 euros, en lugar de los 14.000 euros actuales, según recoge el portal especializado Autónomos y Emprendedor. Es decir, que sólo estarán obligadas a hacer la declaración de la Renta aquellas personas que tengan ingresos superiores a 15.000 euros, actualización que viene claramente derivada de la subida del SMI. Así pues, no estarán obligados a hacer la declaración aquellos autónomos con más de un pagador, si la suma de esos rendimientos de trabajo no supera los citados 15.000 euros.

Un segundo punto novedoso es la reducción en los rendimientos del trabajo sobre sueldos brutos de entre 15.000 y 21.000 euros. Ante esto, aumenta la posibilidad de que la declaración de la renta «salga a devolver».

En cuanto a la deducción fiscal para autónomos en el IRPF, por un lado mejora en cinco puntos porcentuales en el caso de los rendimientos netos de los autónomos que tributan por el sistema de módulos y se incrementan hasta el 7% los gastos de difícil justificación para los trabajadores por cuenta propia. «Tanto la rebaja de cinco puntos en el rendimiento de módulos, el incremento hasta el 7% de los gastos de difícil justificación, así como la prórroga durante un año más de los límites de exclusión del sistema de módulos, son medidas positivas pero insuficientes. Se echa en falta un diferente tratamiento fiscal en relación con la reducción por bajos rendimientos, siendo aconsejable y necesario aumentar la reducción y el límite de renta para los autónomos que tienen una situación diferente a de los asalariados», apunta César de la Puente.

A su juicio, otras medidas destacadas son la rebaja del impuesto de sociedades, que pasa del 25% al 23 % en las pymes que facturen menos de un millón de euros, o la ampliación del abanico de posibilidades para tributar en los primeros años al 15% en el impuesto sobre sociedades, para aquellos negocios emprendedores o de nueva creación, añade el experto.

Desde ASEFIGET han analizado toda esta batería de nuevas medidas fiscales que se podrán aplicar en 2024 «y para el trabajador autónomo y el pequeño empresario individual son positivas, pero insuficientes». «Dada la diferencia que existe entre el trabajador asalariado y autónomo, con o sin empleados, las medidas que se deben adoptar para tener un sistema fiscal más justo, progresivo y redistributivo, y tendente a fomentar el emprendimiento, deben partir de la base de diferenciar claramente a estos dos casos empresariales, pues la consecución de sus ingresos es distinta y los riesgos asumidos para ello también».

La Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios pide desarrollar un panorama fiscal y jurídico tendente a crear un entorno fiscal y jurídico que apoye incondicionalmente el emprendimiento. Reclaman mejorar el acceso a la financiación, formación y la reducción de los trámites burocráticos.

ASEFIGET plantea reformar la Ley de la Segunda Oportunidad para que fuera más directa, con menor tiempo, mejor acceso y mayores facilidades en los planes de pago para todas aquellas deudas, sobre todo con las administraciones, que no se puedan 'anular'. «Una ley de segunda oportunidad sólo será merecedora de dicha denominación cuando efectivamente otorgue una segunda oportunidad», sostienen desde la asociación. Por último, el colectivo de asesores fiscales pide establecer una diferencia de tratamiento para los trabajadores autónomos. «Éste es un paso fundamental para que puedan desarrollar su negocio con una mayor efectividad», afirman.