Borrar
Medel, el pasado mes de junio. Salvador Salas
Braulio Medel quiere ser presidente emérito de Unicaja Banco

Braulio Medel quiere ser presidente emérito de Unicaja Banco

El economista sevillano reclama de forma oficial el cargo, que pactó hace seis años para mantener despacho, coche oficial, chófer, secretaria y gastos de viaje

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Viernes, 9 de septiembre 2022, 11:30

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Sólo quienes no lo conocen pensaron que Braulio Medel saldría de Unicaja sin hacer ruido. Lejos de jubilarse, quien fuera uno de los hombres más poderosos de Andalucía ha solicitado la presidencia emérita de Unicaja Banco. Así lo ha adelantado este viernes El Confidencial, que recuerda que este cargo honorífico fue pactado en 2016, cuando Medel tuvo que abandonar por ley la presidencia del banco para quedarse al frente de la Fundación Unicaja, principal accionista de la entidad, debido a que dejó de ser incompatible la simultaneidad de ambas responsabilidades. El economista sevillano dimitió en junio como presidente de la Fundación tras una crisis reputacional y de gobernanza sin precedentes y parecía ya más fuera que dentro de Unicaja. Hasta ahora.

El puesto de presidente emérito, que ha sido reclamado por el propio Medel pese a que nadie había reparado en el acuerdo de 2016 tras su salida en teoría definitiva de Unicaja hace unos meses, no permite ejercer funciones de gestión ni implica compensación salarial pero incluye servicios de secretariado, despacho, coche oficial, chófer y gastos de viaje. Sería un cargo vitalicio por el que Medel podría representar institucionalmente a Unicaja Banco.

El asunto tendrá que ser abordado por el consejo de administración de la entidad, que se encuentra entre la espada y la pared. Por un lado, hay un acuerdo aprobado por unanimidad en su momento, en junio de 2016, cuando Medel aún presidía el consejo y dejó atado este cargo honorífico. Por otro lado, el escenario no puede ser más diferente desde entonces, con el banco reforzado por la fusión con Liberbank pero salpicado por polémicas que nunca había tenido que afrontar, como el reciente Expediente de Regulación de Empleo (ERE), la espantada de cargos medios y consejeros independientes por la escalada de poder del bloque asturiano en detrimento de la antigua Unicaja netamente malagueña y los escándalos en torno a Medel, en el punto de mira del propio Gobierno.

Fue de hecho el Ministerio de Asuntos Económicos, dirigido por la vicepresidenta Nadia Calviño, el que forzó la salida de Medel de la Fundación Unicaja con una carta en la que reconoce tener «serias dudas» sobre «la honorabilidad comercial y profesional» del banquero y sobre la gestión que había hecho de la participación accionarial de la Fundación en Unicaja Banco. Analizadas las actas y convocatorias de la Fundación durante dos años, el Ministerio exigió la elaboración de un informe externo e independiente que evaluara la gobernanza de Medel y se pronunciara expresamente sobre su idoneidad para seguir en el cargo. Fue la gota que colmó el vaso.

Medel abandonó la Fundación a cambio de que no se concluyera el análisis sobre su idoneidad. Asuntos Económicos entendió que, una vez fuera de la institución, no tenía sentido continuar con la evaluación y cerraba así, con un último gesto de indulgencia hacia un hombre históricamente ligado al PSOE, uno de los capítulos más oscuros en la historia de Unicaja. Pero ahora Medel vuelve a tensar la cuerda. ¿Hasta qué punto puede ser presidente honorífico del quinto banco más importante del país alguien de cuya honorabilidad duda el Gobierno? Tampoco los supervisores financieros, como el Banco de España y el Banco Central Europeo, ven con buenos ojos este tipo de puestos, mucho menos cuando incluye compensaciones de algún tipo, como es el caso, y cuando el beneficiario ha estado envuelto en polémicas, como ocurre con Francisco González, quien fuera presidente de BBVA y ahora ostenta una presidencia de honor en entredicho por su relación con José Manuel Villarejo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios