La superficie de cultivos tropicales ecológicos se multiplica por siete en la última década en Andalucía

El uso de las aguas regeneradas ha permitido compensar la drástica reducción de recursos hídricos en la zona procedentes del embalse de La Viñuela, que llegó a estar interrumpido desde el 1 de octubre de 2022 hasta el pasado verano, cuando se otorgaron tres hectómetros para riegos de emergencia. Para este año la situación es completamente diferente y se han planificado 12,8 hectómetros cúbicos para la zona regable del Plan Guaro, lo que supone unos 2.000 metros cúbicos por hectárea.

En este contexto, y tras unos años tan duros, la apuesta por la calidad y la diferenciación siguen siendo el objetivo del sector agrícola tropical axárquico y andaluz en general. De hecho, la comunidad andaluza cuenta ya con más de 6.000 hectáreas de cultivos tropicales en producción ecológica, una superficie que se ha multiplicado por siete en los últimos diez años.

Así se puso de manifiesto durante la inauguración del encuentro internacional 'Innovaciones y retos en sanidad vegetal de frutales subtropicales' que tuvo lugar esta semana en Vélez-Málaga. En esta cita, el secretario general de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Manuel Gómez, puso en valor la destinación de más del veinte por ciento de la superficie de cultivos tropicales de Andalucía a la producción ecológica que, según él, «refleja la sostenibilidad de las prácticas agrícolas de la región y representa más de cien millones de euros en exportaciones».

En la primera jornada de esta cita organizada por la revista especializada 'Phytoma España', en colaboración con la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural y la organización de productores Trops, Gómez destacó que, en 2023, Andalucía alcanzó una producción de frutas tropicales de 408 millones de euros, casi el doce por ciento del valor total de la producción de todas las frutas de la comunidad autónoma. En este sentido, subrayó en un comunicado la producción de cultivos tropicales de la Axarquía, que considera «el epicentro andaluz y español de este tipo de cultivos», junto a las comarcas vecinas de Motril y Almuñécar (Granada).

Asimismo, el secretario general exaltó el «potente» sector comercializador de las frutas tropicales que «no solo es capaz de defender y posicionar nuestra fruta en los mercados internacionales, sino que también ha conseguido convertirse en el gran suministrador para el mercado europeo».

Gómez se refirió a los retos del sector, tema sobre el que también versaba la jornada. Puntualizó que el primero de ellos es «combatir los efectos de la sequía a través de la innovación y la mejora del conocimiento del regadío». El segundo es el avance en la disponibilidad de nuevas fuentes de recursos hídricos, entre ellos, la reutilización del agua. En este punto, señaló que «una de las prioridades de la Consejería en esta legislatura es diversificar los recursos hídricos para el regadío» y por ello, se ha puesto en marcha el Plan Parra, que contempla una inversión de 165 millones para la ejecución de obras de conexión desde las depuradoras hasta las zonas regables.

Por su parte, indicó que el tercer desafío es la sostenibilidad para mantener a Andalucía «como referente de calidad y buenas prácticas en los mercados internacionales». También, informó que desde la Junta se ha traslado al Parlamento de Andalucía, para su tramitación, el proyecto de ley de Impulso y Promoción de la Producción Ecológica y otras producciones agrarias, pesqueras y acuícolas certificadas que permitirán avanzar en superficie y en la transformación de la producción ecológica.

Finalmente, detalló que otro de los retos del sector son las plagas y las enfermedades de los cultivos tropicales, señalando que se deben potenciar las buenas prácticas en el comercio de frutas y material vegetal y, al mismo tiempo, se debe reforzar la vigilancia de la calidad de los productos agroalimentarios. El secretario aseveró que desde la Consejería se han fijado medidas fitosanitarias para explotaciones localizadas en zonas demarcadas y se está trabajando en la promoción de técnicas de control biológico en las frutas y hortalizas de invernadero.

El encuentro internacional se desarrolló en dos jornadas, los pasados 13 y 14 de mayo, a través de ponencias y mesas redondas sobre el control biológico de plagas y la sostenibilidad en cultivos tropicales. Junto al secretario general de Agricultura de la Junta de Andalucía asistieron el delegado territorial de la Consejería de Agricultura en Málaga, Fernando Fernández; el director general de Phyntoma, Gonzalo Iranzo, y el presidente de Trops, José Linares.

Igualmente, acudieron panelistas de gran prestigio como Dirk Janssen, investigador del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA); Luis Miguel Fernandes, director regional de Agricultura de Madeira (Portugal); Sara Bouagga, investigadora de Koopest España; Miguel Ángel Dionisio, investigador del Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, entre otros.

Al cierre de la jornada inaugural, Gómez destacó la relevancia de este encuentro que «contribuye a mejorar la formación y la información de nuestros técnicos y agricultores en un tema tan importante como el manejo de las plagas y las enfermedades». A su vez, resaltó la labor de investigación e innovación «clave para encontrar soluciones integradoras en la gestión de la sanidad vegetal» por parte de empresas e instituciones como IFAPA, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y las universidades.

Entre las frutas tropicales andaluzas más representativas se encuentra el mango, un cultivo en el que Andalucía posee el noventa por ciento de la superficie nacional con 5.500 hectáreas. También, la región cuenta con el ochenta por ciento de toda la superficie nacional de producción de aguacate; es decir, 18.000 de las 22.000 hectáreas de España, representando el cuatro por ciento de la cuota mundial de mercado de este producto.

En 2024, se dedicaron 626 hectáreas al cultivo de aguacate con técnicas sostenibles en Andalucía. Otro de los productos estrella es la chirimoya, un cultivo emblemático de la Costa Tropical granadina para el que se destinan 3.000 hectáreas. Las provincias de Granada y Málaga se consolidan como las mayores productoras de frutas tropicales de Andalucía con una producción de 97 y 91 millones de euros, respectivamente, según datos del Informe de Macromagnitudes Agrarias Provinciales 2023.