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Asaja Málaga ha denunciado las «graves consecuencias» que el apagón de ayer ha tenido sobre las explotaciones ganaderas de la provincia, donde la falta de suministro electrónico afectó «de manera directa al bienestar animal y a la producción». Las dos grandes industrias cárnicas malagueñas, Famadesa y Faccsa, también vieron paralizada su actividad durante más de doce horas y, además, a pesar de tener generadores para mantener sus cámaras frigoríficas funcionando, se vieron obligadas a desechar cerdos sacrificados que no fueron capaces de procesar. No ha sido hasta esta madrugada cuando han podido retomar la producción.
La patronal agraria detalla que entre los sectores más perjudicados se encuentra el caprino de leche, ya que las cabras sufren estrés si no son sometidas a dos ordeños diarios. Pueden sufrir casos de mamitis (inflamación de la mama) como consecuencia de la falta de ordeño y malestar general en los animales. Además, en algunas explotaciones se ha tenido que desechar leche ya ordeñada, ya que no se pudo garantizar la cadena de frío tras el ordeño. Y es que la leche debe conservarse a una temperatura máxima de 12°C inmediatamente después de ser extraída y, sin acceso a generadores, esto no fue posible en algunas explotaciones. Por otro lado, las tareas de alimentación de las cabras, que normalmente se realizan de forma mecanizada, tuvieron que llevarse a cabo de manera manual en aquellas explotaciones donde fue posible, lo que representó un esfuerzo extraordinario para los ganaderos.
En el caso del sector porcino, hay cabezas de ganado que no han podido alimentarse durante más de 18 horas, lo cual supone «un riesgo elevado de estrés y agresividad, pudiendo derivar en conductas de canibalismo», según explican desde Asaja. «Esto es algo que afortunadamente no llegó a materializarse, pero la posibilidad fue real», matizan.
La patronal agraria está recopilando los diferentes perjuicios sufridos por sus asociados para «estudiar» la presentación de reclamaciones a las compañías eléctricas y a las aseguradoras. «Numerosos ganaderos se están planteando la adquisición de generadores ante la posibilidad de que esta situación se vuelva a repetir», afirman desde Asaja Málaga.
El presidente de Famadesa, Federico Beltrán, confesaba este mediodía a SUR que estaba sin dormir después de una noche «muy complicada». «Ha sido un desastre. La luz se fue a las 12.30 de ayer y no ha vuelto hasta las tres de la madrugada de hoy. Las cámaras frigoríficas han seguido funcionando gracias a generadores de emergencia; el gran problema es que los cerdos sacrificados que estaban en proceso antes de llegar a cámara los hemos tenido que desechar», explicaba. A esto se suma el lucro cesante de no haber podido atender pedidos, al no funcionar los teléfonos ni Internet. «800 personas esperando para poder arrancar de nuevo; se fueron a casa y hasta las 4 de la mañana no hemos podido volver a empezar», resumía.
El impacto del apagón se extiende a las explotaciones porcinas y la fábrica de pienso que también pertenecen al 'holding' de Famadesa. «Las granjas grandes tienen generadores pero las pequeñas, no. La falta de electricidad impide la refrigeración, la alimentación automática o sacar agua del pozo, así que imagina la preocupación», explicaba.
El apagón también dejó sin suministro eléctrico todo el centro de producción de Faccsa Prolongo en Estación de Cártama, deteniendo por completo la actividad productiva. «La falta de energía paralizó de forma inmediata todas las líneas de elaboración, generando pérdidas considerables y afectando de manera directa el cumplimiento de pedidos destinados a puntos de venta, grandes superficies y cadenas de supermercados», explican desde la centenaria industria cárnica, que en seguida activó los protocolos establecidos para este tipo de contingencias, «priorizando la protección del personal, el mantenimiento de la cadena de frío y la conservación de la materia prima». «El servicio eléctrico se restableció pasada las 2.30 de la madrugada y desde entonces se han retomado gradualmente las labores de producción tras las pertinentes inspecciones de los sistemas afectados», añaden.
Las organizaciones empresariales del sector cárnico ANICE y FECIC han estimado las pérdidas directas para esta industria en 190 millones de euros en una carta que han remitido a la secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Ana Rodríguez Castaño.
En dicha misiva, las patronales comunican «su más profunda preocupación» por el impacto que el apagón ha tenido en el sector cárnico español. La interrupción imprevista del suministro ha ocasionado la «pérdida del valor de los animales aturdidos, pero no sacrificados, aquellos sacrificados, pero no eviscerados, y los miles de canales que han quedado colgados en las líneas de faenado o en las salas de oreo». «Estos animales han sido ya decomisados, junto con tripería, vísceras y, de manera significativa, en las industrias de elaborados, las masas elaboradas para productos cocidos y curados o los productos en hornos», añaden. Además, informan de daños en maquinaria, estaciones de bombeo, depuradoras, aparatos electrónicos y sistemas.
El director general de ANICE, Giuseppe Aloisio, y el secretario general de FECIC, Ignasi Pons, confían en que el Gobierno de España «pueda articular mecanismos de compensación y ayudas directas para mitigar el gran perjuicio económico producido en las industrias cárnicas, utilizando los instrumentos de contingencia presupuestaria necesarios para enfrentarse a este desastre sin precedentes, que ha evidenciado la enorme fragilidad del sistema energético de nuestro país».
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