Remontada histórica de España en la Copa Davis
Por primera vez en las 47 eliminatorias en las que se había visto con un cero a dos, salió adelante con las tres victorias de este domingo ante Dinamarca y accede en Puente Romano a la Final a 8 de Bolonia, en noviembre
Los milagros existen, y más en la Copa Davis. El torneo en el que España ha jugado 227 eliminatorias y se había visto en 47 ... de ellas con un 0-2 tras los dos primeros partidos sin capacidad nunca de remontar. Pues la hazaña llegó este fin de semana en Puente Romano, en Marbella, en la segunda ronda de los Qualifiers, la antesala de la Final a 8 de Bolonia (del 18 al 23 de noviembre), sede que sucede a Málaga tras tres años seguidos disfrutando de las mejores figuras en el Martín Carpena.
👏 Lo que ha conseguido hoy España es histórico.
— Tenis en Movistar Plus+ (@MovistarTenis) September 14, 2025
Remontan un (0-2) ante Dinamarca para llevarse la eliminatoria por (3-2).
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Nadie hubiera apostado un euro por España después de la derrota de Jaume Munar, número uno español, ante Elmer Moller, el dos danés, aún si acceder al 'top 100'. Pero tras remontar en el doble a primera hora de este domingo, en un duelo que comenzó con un 1-6 adverso de Munar y Pedro Martínez ante August Holmgren y Johannes Ingildsen.
Hubo un punto de inflexión en la serie, en el 4-3 de la segunda manga, con 40-0 en contra para los españoles y escalando hasta el primer break' después de una volea reflejos de Munar casi inverosímil tras la que salió corriendo al vestuario dejando la raqueta en el suelo.
España puso la quinta tras las dudas iniciales, y cerró con 6-4 y 6-3 lo que quedaba de partido. Se generó un ambiente mágico en la pista, con la animación de la charanga de 'Los mihitas'. El capitán, David Ferrer, apostó por Pedro Martínez para el choque más complicado de la serie, torear ante Holger Rune (undécimo del mundo), porque el valenciano había voleado muy bien y llegaba con la inercia de una victoria, y esa decisión fue clave para la proeza, que sobre todo pasaba por esa cita, el gran escollo.
Martínez completó el mejor partido de su carrera, y seguramente le marcará más que la final en el ATP 250 de Santiago de Chile, en el único título de su carrera. Su comienzo fue arrollador, con un 6-1 en el que demostró mucha madurez e inteligencia. Dispuesto a correr como un jabato, varió la altura de bolas e hizo mucho daño a Runecon su revés cortado. El de Gentofte sufrió cada turno al servicio y cometió demasiados errores no forzados.
Een el segundo set se intentó poner serio el danés, favorito claro, pese a que ya perdió ante el español en el único precedente (este año en pista cubierta, en Rotterdam). El 'break' en el tercer juego pudo ser un paso definitivo. Preso de la ira, Rune lanzó dos pelotazos fuera de la pista, pero sólo recibió un 'warning' y desde entonces el juego se ralentizó en una batalla dentro y fuera de la pista de juego.
Tuvo 6-1 y 4-2 Martínez, pero reaccionó el nórdico, que ya iba a más y se anotó cuatro juegos seguidos ante un valenciano que acusaba en ese momento el varapalo. Se imponía la jerarquía, pero un largo receso le vino muy bien al español, que fue alargando el choque a su favor sin ceder el servicio hasta el 3-3 de la tercera manga. Entonces un quiebre de Rune parecía definitivo, pero empezó a notar calambres (se le vio más agotado que su rival, que venía de jugar antes) y en el intento de llegar a una dejada parecía ya roto, justo después de desperidiciar una bola de partido (y de la eliminatoria) y de gozar de 30-0 cuando iba a cerrar.
Sin poder sacar bien Rune, que sufría en los saltos al aterrizar, se llegó al 5-5, y quizás ahí le faltó temple a Martínez para aprovecharse antes de la debilidad física de su oponente, que pudo llegar a un 'tie break' ya muy desigual en su desarrollo.
«Perder el segundo set fue un golpe duro. Jugué el tecer set con calambres. Estaba complicado, pero si en algún sitio tienes que dejar todo es aquí, y estoy muy contento con el esfuerzo», reconoció después el de Alzira apie de pista. «Llevo una vida intentando dedicarme al tenis, y estoy para momentos como este. Jugar el quinto punto para nosotros es una victoria», dijo después del agónico 6-1, 4-6 y 7-6 (3) en tres horas y 16 minutos.
Pablo Carreño y Elmer Moller jugaron el quinto partido, como estaba previsto en el guión desde el viernes, porque los capitanes mantuvieron sus apuestas, y el temple del gijonés fue clave para amarrar el punto final y confirmar la remontada. No era sencillo, ante las expectativas de que no fallara, después de que antes Pedro Martínez hubiese estado peleando casi seis horas en la pista.
Se vio, además, a un Moller menos temible y confiado que el sábado. Entonces competía con la tranquilidad del 1-0 para Dinamarca, pero esta vez lo hacía bajo toda la presión, y bien que se notó.. Carreño se adjudicó con un 6-2 la primera manga, como Munar el día previo, pero sin ceder un solo 'break point' y sin venirse abajo después, cuando más presionó el joven danés.
Carreño salvó dos puntos de quiebre y esperó a su momento con un 0-40 al resto para el 4-2 (6-2 y 6-3 al final). Y a las 19.23 horas de la tarde, en la última de las siete eliminatorias en cerrarse, se coló junto a la anfitriona, Italia, Francia, Argentina, Bélgica, Austria, Alemania y República Checa en una Final a 8 con un elenco muy diferente al de años anteriores. Ahora la duda que se cierne es si en Bolonia jugarán Alcaraz, Davidovich o Granollers, si se alistan, o los héroes de Marbella.
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