Baño de masas para Ayoub Ghadfa y Emmanuel Reyes en su llegada a Madrid

Ambos deportistas firmaron la mejor actuación del boxeo nacional en unos Juegos Olímpicos, dado que nunca habían coincidido dos medallistas en la misma edición. A su llegada a la capital, por cierto, donde reside el malagueño, ambos se dieron un baño de masas, atendiendo a los aficionados que acudieron a la zona para fotografiarse con sus nuevos ídolos: Ayoub, subcampeón olímpico en el peso superpesado, y Emmanuel, bronce en el peso pesado.

Además, también atendieron a los medios allí presentes, con notables signos de cansancio pero con una sonrisa de oreja a oreja: «Estoy muy contento. Uno siempre va a por el oro, pero gracias a Dios hemos rendido bien, hemos hecho buenos combates, hemos estado muy, muy bien y a la altura de todo el mundo. Hemos demostrado que el boxeo español está ahí arriba», comentó en el Ghadfa, orgulloso.

Dado que el marbellí de 25 años se colgó la plata apenas unas horas antes de hacer las maletas y marcharse de París, aún no ha tenido tiempo de analizar todo lo que ha supuesto su gesta. Así relató sus últimas horas en el olimpismo: «He descansado poco porque entre el 'doping', la cena, salimos pronto de la villa... Prácticamente no he dormido nada, pero estoy poco a poco asimilándolo. Una medalla olímpica es el deseo de cualquier deportista y estoy muy orgulloso de mí mismo. Ahora toca un tiempo de descanso y desconexión».

Y por supuesto, no quiso despedirse sin dedicar unas palabras a su municipio y a toda la gente que le ha apoyado en este duro y exigente proceso: «He sentido un apoyo muy grande en todos los combates. Agradezco mucho el apoyo desde Marbella. Mis padres lo son todo para mí. Son los pilares de mi vida y tenerlo allí fue una satisfacción muy grande».

También formaron parte del equipo olímpico de boxeo: Rafa Lozano y José Quiles, que cayeron en cuartos de final, quedándose a las puertas del podio, así como Oier Ibarretxe y Laura Fuertes, que cayeron en el primer combate.