Uruguay, Arabia Saudí y Cabo Verde, rivales de España en el Mundial

Todavía sin orden concreto de partidos, horarios y estadios, que se darán a conocer este sábado, La Roja supo este viernes, tras una larga ceremonia en la que el espectáculo se alió con el fútbol, que deberá enfrentarse a la bicampeona mundial Uruguay, Arabia Saudí y Cabo Verde en una primera fase asequible. La selección española, encuadrada en el grupo H como en 2010, en un guiño a los amantes de la cábala y los optimistas, disputará sus partidos en Miami, Atlanta, Houston o Guadalajara.

La histórica selección charrúa, actualmente dirigida por Marcelo Bielsa y con el madridista Fede Valverde, el azulgrana Ronald Araujo y el atlético José María Giménez en sus filas, se presenta como la mayor amenaza, aunque está lejos de su mejor momento a tenor de sus últimos partidos, incluido un sonrojante 5-1 frente a Estados Unidos de carácter amistoso, eso sí. La celeste ya fue rival de España en la fase de grupos del Mundial de Italia en 1990, con empate sin goles en la ciudad transalpina de Údine.

Por su parte, el combinado saudí, que sorprendió al mundo derrotando a Argentina en su debut en Catar 2022 y cuenta a sus espaldas con un fútbol muy pujante en lo económico, se cruzó en el camino de La Roja en la ronda inicial del Mundial de Alemania 2006, con una victoria apurada, 1-0, merced a un tanto de Juanito que permitió firmar un pleno antes de caer en octavos de final frente a la Francia de Zidane.

Finalmente, la debutante Cabo Verde se medirá por primera vez en su historia a España, aportará la nota de exotismo e intentará dar la sorpresa sin presión alguna en un grupo en el que sobre el papel debería ocupar la última posición. Para este pequeño archipiélago africano, con menos de medio millón de habitantes, el éxito es haber llegado aquí.

En caso de lograr el objetivo de ser la mejor del grupo H, España se encontraría en el SoFi Stadium de Inglewood, un suburbio de Los Ángeles, con la segunda clasificada del J, en el que precisamente está encuadrada Argentina, la defensora del título, junto a Argelia, Austria y Jordania. Un tropiezo propio, y también de la Albiceleste, podría colocar a dos de las grandes candidatas al título cara a cara en dieciseisavos, pues también se enfrentan en la primera eliminatoria, en el Hard Rock Stadium de Miami, el segundo del H y el primero del J. Sin embargo, si ambas selecciones hacen los deberes no se medirían hasta una hipotética final.

Si la selección española accediese a la emocionante fase del KO como una de las ocho mejores terceras de grupo las posibilidades aumentan hasta cuatro combinaciones distintas, contra los ganadores de los grupos I, en el que están la Francia de Mbappé y la Noruega de Haaland; G, con Bélgica como favorita; A, en el que se ubica la anfitriona México; y L, con Inglaterra y Croacia como favoritas.

El sorteo, que se hizo de rogar, fue conducido por el excapitán de Inglaterra Rio Ferdinand y la presentadora Samantha Johnson, también británica, con la participación de exjugadores de otras deportes muy populares en Estados Unidos como el laureado jugador de fútbol americano Tom Brady, la leyenda canadiense de hockey hielo Wayne Gretzky, el beisbolista Aaron Judge y el mito de la NBA Shaquille O'Neal, los cuatro encargados de extraer las bolas con las diferentes selecciones.

La interpretación del aria 'Nessun dorma', de la ópera 'Turandot', a cargo del cantante italiano Andrea Bocelli, abrió la gala antes de la puesta en escena, a cargo del cómico y actor Kevin Hart y la modelo Heidi Klum, que introdujeron el discurso inicial de Gianni Infantino. El presidente de la FIFA brindó el protocolario saludo a Donald Trump, Claudia Sheinbaum y Mark Carney, mandatarios de los tres países anfitriones, que también asumieron la palabra y extrajeron las bolas de sus respectivas selecciones nacionales como punto de partida al reparto de la fortuna.

El dúo formado por Robbie Williams y Nicole Scherzinger, la rapera Lauryn Hill y finalmente el grupo Village People y su célebre 'Y.M.C.A.' dieron continuidad a las actuaciones musicales, intercaladas por imágenes icónicas en la historia de los Mundiales y un controvertido premio FIFA de la Paz a Trump, absoluto protagonista de la ceremonia.