Mbappé pone líder al Real Madrid con un recital

Una portentosa actuación del delantero francés sirvió para que el equipo de Carlo Ancelotti superase otro inicio perezoso este domingo frente a Las Palmas y aprovechase los pinchazos que sufrieron el día anterior tanto el Atlético como el Barça para dar un golpe de mano en la pelea por la Liga situándose líder, con dos puntos de ventaja sobre los rojiblancos y siete por encima de los azulgranas.

Pese a que el conjunto canario extrajo rédito de la tendencia que tiene el Real Madrid a salir destemplado a los partidos adelantándose cuando no se había cumplido ni un minuto de juego por mediación de Fábio Silva y dispuso poco después de una buena ocasión para aumentar la renta, también en la botas del atacante luso, el equipo de Ancelotti sacó pronto del silo el arma de destrucción masiva que incorporó a su arsenal el pasado verano y rebajó las ínfulas del bando visitante para acabar masacrándolo.

Un penalti por derribo de Sandro a Rodrygo permitió que Mbappé espantase fantasmas igualando el marcador desde los once metros, tras fallar dos penas máximas en San Mamés y en Anfield. No contento con ello, el francés siguió acelerando a fondo. Un misil del '9' desde fuera del área preludió el gol con el que Brahim consumó la remontada, aprovechando que Cillessen dejó el balón rechazado en las botas de Lucas Vázquez tras el trallazo del galo para recoger el pase del gallego y marcar a puerta vacía.

Volvió a golpear casi de inmediato el astro de Bondy con otro latigazo inapelable a pase de Rodrygo e incluso llegó a subir al marcador el 4-1 tras un nuevo servicio del extremo de Osasco que acabó siendo invalidado por medio hombro en fuera de juego del francés en el germen de la acción que le hubiese permitido rubricar su primer 'hat-trick' desde que viste la elástica del Real Madrid.

Poco importó, porque el Real Madrid acabó firmando la sentencia por mediación de Rodrygo en la segunda parte de un encuentro que se le hizo muy cuesta arriba a Las Palmas y desató la fiesta en un Santiago Bernabéu que cambió los pitos que dirigió contra su equipo el pasado jueves en la Copa del Rey por aplausos encendidos.

La tropa de Diego Martínez, con un jugador menos durante media hora después de que Benito clavase los tacos en la cadera de Lucas Vázquez y víctima de un killer capaz de opacar los defectos que tiene su escuadra con una pegada devastadora que puede alterar el rumbo del torneo, terminó siendo un juguete en manos de un Real Madrid desatado en el que todos buscaron dejar su sello frente a la portería de Cillessen.

Merecieron una victoria aún más estruendosa los blancos, a los que se les anularon tres dianas, terminaron de reconciliarse con su hinchada en una jornada redonda, asistieron al debut en Liga de los canteranos Lorenzo Aguado y Chema Andrés, que ya se habían estrenado previamente en el torneo del KO con motivo de la visita que el cuadro de Chamartín rindió a la Deportiva Minera en el Estadio de Cartagonova, y celebraron con una cerrada ovación el regreso a los terrenos de juego de David Alaba.

399 días después de romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en un partido de Liga frente al Villarreal, el central austríaco saltó al césped para culminar una tarde en la que todo le salió a pedir de boca a un Real Madrid que vuelve a sacar las garras de la mano de una estrella que ya ruge como el rey de la selva que siempre fue.