Detenidos cuatro jóvenes por una campaña de odio contra Vinicius antes del derbi

El derbi madrileño del pasado 29 de septiembre en el Metropolitano aún colea por culpa de los radicales. Casi un mes después del partido que tuvo que ser suspendido temporalmente por lanzamiento de objetos al portero belga Thibaut Courtois, ayer se conoció que la Policía Nacional ha detenido a cuatro personas, de entre 24 y 26 años, como presuntos responsables de un delito de incitación al odio en las redes sociales contra el madridista Vinicius en las vísperas del choque.

Según fuentes policiales, los detenidos, presuntamente miembros del Frente Atlético, animaron a los aficionados para que asistiesen al estadio a proferir insultos vejatorios y discriminatorios con connotaciones racistas. Y que lo hicieran con una mascarilla puesta para complicar su identificación por parte de la Policía. La masiva viralización de esta campaña, con 1.700 millones de visualizaciones, 7.000 tuits y casi 56.000 interacciones, convirtió el asunto en 'trending topic' días antes del enfrentamiento. Se suscitó una importante alarma social, recogida ampliamente por medios de comunicación de ámbito nacional a internacional.

La investigación policial comenzó el 1 de octubre. Tras las pesquisas llevadas a cabo, con un exhaustivo rastreo y análisis pormenorizado de la información obtenida, se logró la identificación de los autores de las publicaciones denunciadas por LaLiga. Finalmente, los días 14 y 15 de octubre se procedió a la detención de cuatro varones como presuntos responsables de un delito de incitación al odio, siendo puestos a disposición de la autoridad judicial. La investigación sigue abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones.

En esta línea, la Fiscalía de Madrid ha incoado diligencias de investigación penal para esclarecer los hechos ocurridos en ese derbi, en concreto, el lanzamiento de mecheros a Courtois. Como primera medida, la Fiscalía ha requerido a la Brigada Provincial de Información para que elabore un informe sobre lo acaecido y que, además, realice un análisis de las imágenes donde aparezcan las personas que pudieron lanzar objetos al terreno de juego para proceder a su identificación.

Los incidentes del derbi y sus consecuencias, como el cierre parcial de la grada baja del fondo sur en el partido liguero ante el Leganés y la propuesta de la Comisión Antiviolencia de clausurar todo el Metropolitano durante dos semanas, han generado un clima extraño en el coliseo rojiblanco. Las «cuatro patas» unidas (jugadores, cuerpo técnico, dirigentes y afición) que siempre reclamó el Cholo Simeone para poder tener éxito, se resquebrajan y recuerdan tiempos pretéritos.

En el partido de Champions disputado la noche del miércoles entre el Atlético y el Lille, esa zona del estadio volvió a llenarse, pero los hinchas allí presentes promovieron una huelga de animación. Unos son los líderes y los violentos y otros les temen y en cierta forma les amparan con su silencio. Según el Frente Atlético, fue una medida de protesta para solidarizarse con los aficionados colchoneros de la grada joven a los que el club ha retirado las entradas para poder acompañar al equipo en los cinco próximos desplazamientos, tanto en Liga como en Champions. Ello provoca un perjuicio para los seguidores normales que ya tenían reservados vuelos y hoteles.

Durante ese choque que acabó con una inexplicable derrota ante los galos (1-3) que complica el porvenir del Atlético en Europa, hubo varios episodios que mostraron la división entre los ultras y el resto del estadio, que recrimina sus actuaciones. Cuestionado por ese clima de división a raíz del derbi y de cómo lo vivió en esa cita ante el Lille, Simeone mostró su malestar y la tensión latente.

«¿Cómo se ha vivido? Como lo han visto todos», respondía el preparador argentino mientras negaba con la cabeza en señal de rechazo a la inquietante situación que se vive en la grada del Metropolitano. Tras la escueta respuesta a la última pregunta, el Cholo abandonó la rueda de prensa de manera abrupta. Problemas sociales y deportivos para el Atlético, que ayer anunció su intención de elevar una queja formal a la UEFA por el surrealista penalti que el italiano Marco Guida señaló ante el Lille y que desde el VAR no le mandaron revisar.