San Agustín encara la fase final de su rehabilitación y muestra ya su nueva fachada
La constructora retira el andamiaje que cubría la antigua portada principal del edificio, que luce un color crema
El fin de obra está marcado para 2026, pero la rehabilitación ya es visible. La obra del antiguo convento de San Agustín para su transformación ... en Biblioteca Pública del Estado (BPE) encara la última fase de su reforma y lo ha hecho eliminando el andamiaje exterior y las lonas que han tapado su fachada principal durante los últimos dos años. La UTE formada por las constructoras Ecsa, Bañuls y Reca, adjudicatarias de la construcción promovida por el Ministerio de Cultura y presupuestada en 18 millones de euros, desvela así el aspecto que tendrá el edificio en su vertiente a calle Echegaray, al mostrar un color crema -en su última etapa tuvo también zonas de color rojo- y el aspecto original de su balconada de la primera planta.
No obstante, se observa que la obra todavía está en curso ya que faltan por cambiar la carpintería de las ventanas y arcos de la fachada. También aparece con nitidez sobre la gran puerta de entrada el escudo que ha presidido este edificio histórico que data del siglo XVI. Se trata del distintivo de la orden de San Agustín, con un libro en la base sobre el que se apoya un corazón inflamado y una mitra como símbolo del episcopado del santo que da nombre a la congregación, tras los que aparecen la cruz episcopal y un báculo. Aunque esta portada ha sido la principal del edificio hasta ahora, el proyecto de rehabilitación cambia por completo el acceso a la futura biblioteca provincial, cuya entrada se situará en lo que hasta ahora había sido su trasera, en la calle Pedro de Toledo.
A mediados del pasado mes de marzo, el antiguo convento de San Agustín abrió por primera vez sus puertas a la prensa para mostrar los avances de su rehabilitación con motivo de la visita del ministro de Cultura, Ernest Urtasun. Así, el responsable del Gobierno de España recorrió el interior del inmueble, cuya remodelación integral incluye una emblemática cúpula de cristal sobre el antiguo patio, el cual se destinará a sala de lectura con luz natural, y la conservación de los restos arqueológicos encontrados desde época fenicia (siglo VII a.C.), que incluye trazos de la primera muralla de Málaga, piletas romanas de la industria de salazones y criptas de la etapa conventual que datan del reinado de Carlos III (siglo XVIII).
Sobre los plazos de la obra y tras el parón de cinco meses a comienzos de 2024 para la adaptación del proyecto original, el ministro Urtasun afirmó durante su visita que el edificio estará listo para el año 2026, aunque no cerró una fecha para la entrada en funcionamiento de la biblioteca. Así, tras la conclusión de las obras de remodelación, no solo quedará amueblar este nuevo y gran edificio de 5.300 metros cuadrados, sino también ubicar sus amplios fondos que superan los 227.000 volúmenes, 12.000 de ellos considerados históricos, que en estos momentos se encuentran en la sede provisional de la BPE en la Avenida de Europa.
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