Ojeando se contagia del entusiasmo de Xoel López

Xoel López iba a por todas. Seis músicos sobre el escenario, su nombre en letras grandes como telón de fondo y un arsenal de guitarras que iba intercambiando entre canción y canción. El gallego gana en el directo y se crece arropado por una banda que se gusta en las partes instrumentales. Disfrutaban ellos, perfectamente sincronizados en los golpes de sonido y en los finales drásticos de algunos temas; y hacían disfrutar a los de enfrente. Saltos, manos en alto y todos a una cantando hits de sus tiempos de Deluxe como 'Que no' o 'Historia universal (el amor no es lo que piensas)'.

El nuevo Xoel López, el de su último disco 'Paramales', baila más que nunca sobre el escenario con melodías de aires caribeños, maracas y gran presencia de la percusión. Con 'Patagonia' comenzó el concierto, puso a Ojén a cantar en gallego en 'A serea e o mariñeiro' y demostró la potencia de la banda en un impresionante final de 'El asaltante de estaciones'.

Porque la veteranía es un grado. Que se lo digan a Sr Chinarro, que precedió al gallego. El suyo fue un directo más relajado, más íntimo, tanto que hasta confesó a Ojén su sueño: comprarse un bote para echarlo a Pedregalejo. Tendré que hacer más hits, bromeó. Desplegó temas de su 'Perspectiva caballera', último trabajo en la maleta, se puso flamenco con 'Del montón' y animó al Patio con 'Una llamada a la acción'.

Y como de experiencia iba la noche, mucha es ya la de los malagueños Airbag. Con un saludo a los 'Hijos de Hawaii' empezó el trío su viaje por las historias de cómics, el surf, la playa y las Vegas de su último disco, 'Gotham te necesita', y de sus trabajos anteriores. Sus temas de siempre -sí, ¿y qué?- defendidas con la solidez de siempre y con un mensaje de fondo en el que no todo es lo que parece. Jugaban en casa y eso suma puntos, con una legión de incondicionales en primeras filas moviéndose al ritmo de 'Big Acuarium' o 'Ahí viene la decepción'.

El contrapunto lo puso Stone Pillow, representantes de la nueva y joven remesa del pop-rock independiente local, con proyección nacional. Les tocó inaugurar la noche en el Patio y, aunque aún con poco público, cumplieron con nota, dejándose la piel y la garganta en los temas de su próximo disco, 'Sois la esperanza'. Y como ellos, Belako y El Columpio Asesino, que despidieron la noche con una descarga brutal de decibelios que hizo retumbar Ojén. Ojeando 2015 pasa ya página en el calendario. Ya queda menos para Ojeando 2016.