Javier Calleja invita a jugar en Málaga con su arte lúdico, travieso y universal

Los números de la propuesta son reveladores: 209 obras ocupan el espacio (entre ellas, 23 lienzos y 25 esculturas, más dibujos y exclusivas ediciones de 'art toys') de 20 prestadores diferentes llegados de siete países europeos y, sobre todo, asiáticos, donde la repercusión de su arte ha alcanzado cifras de vértigo. Un total de 95 personas y 17 empresas diferentes han colaborado en el montaje, bajo el comisariado de Alicia Gutiérrez Mármol (su pareja y 'studio manager') y Shinji Nanzuka, el representante de su obra en Asia. Y hasta 260 invitados de todo el mundo, incluidos prestigiosos galeristas y coleccionistas, están ya en Málaga para la inauguración. Una realidad que a Javier Calleja aún le cuesta asimilar. «Hemos trabajado tanto en estos últimos siete años que no he tenido tiempo a pararme y a pensar dónde estamos y dónde hemos llegado. Dicen que cuando escalas, lo peor que puedes hacer es mirar para abajo. Pues así estamos. Pero siento mucho orgullo de estar donde estamos», declaró junto a la directora de Actividades Culturales de la Fundación Unicaja, Emilia Garrido.

En medio del claustro del siglo XVIII, un enorme gato recibe al visitante con sus grandes ojos brillantes. Una combinación del arte rabiosamente contemporáneo con uno de los emblemas del pasado de Málaga que potencia el atractivo de esta exposición. Mr. Günter es el último personaje en sumarse al imaginario del artista -un guiño a su gato Günter Gambita- y el maestro de ceremonias de este recorrido por los últimos siete años del malagueño, justo cuando empezó a explorar las posibilidades de esos personajes de aspecto aniñado y se liberó de los límites espaciales. Es decir, cuando creó a lo grande. En la segunda planta, como testigo de aquel momento, está la pintura que marcó el inicio del cambio, su primer rostro infantil de 26x19 centímetros ('No title', 2015). A unos metros, su última pieza: el mayor lienzo que ha pintado nunca, una obra de 2,30x1,95 metros -más el inmenso marco de madera- donde se lee la frase 'You just call out my name'.

Es uno de los seis lienzos inéditos creados ex profeso para Málaga (y ya con dueños), pinturas donde los personajes ganan un cuerpo y un mundo a su alrededor. Obras donde también se hace más patente una de las grandes preocupaciones de Javier Calleja, la sostenibilidad ambiental. En 'The future is now!', un niño sostiene una delicada flor. 'You're on earth. There's no cure for that' ('Estás en la tierra. No hay cura para eso') se lee en otra pieza donde se asoman unos brotes verdes. Y varias abejas revolotean alrededor de un ser que sostiene una margarita junto a la expresión 'It must be love'. También los textos adquieren ahora más peso en la composición, acentuando así su papel como contrapunto de la imagen, dando a veces un giro radical al sentido de la obra. «La palabra nos hace pensar, el gesto nos hace sentir y la imagen nos hace imaginar», resume el artista.

Y cada uno de esos personajes tienen un poco de él, pero también de todos. «Son niños en esa edad en la que si no fuera por el pelo largo o corto pareceríamos iguales», cuenta. Los capta en ese momento en el que dejan de llorar y empiezan a sonreír, con los ojos vidriosos y una expresión entre tierna y traviesa. «Todos somos pequeños héroes, todos hemos pasado por ahí. Vas aprendiendo de la vida a base de sonrisas y lágrimas, momentos de llanto y superación», reflexiona. Él mismo se convirtió en uno de esos niños tan tiernos como traviesos 'jugando' con sus instalaciones ante los fotógrafos que cubrían la inauguración.

Hace unos años, esos personajes decidieron salirse del marco y pasar a las tres dimensiones. Un total de 25 esculturas se reparten por el Centro Cultural Fundación Unicaja, algunas ya emblemáticas de su trayectoria: desde la primera que creó para Tokio en fibra de vidrio y cristal ('Pencil boy', 2018, acompañado de una libreta con más de 80 dibujos) hasta su famosa revisión de Mickey Mouse para Disney Asia en aluminio. Una sala entera ocupa el ratón más popular del mundo, junto con los trabajos preparatorios del diseño. Y volverá a aparecer más adelante con sus ojos saltones y su sonrisa pícara en la estancia dedicada a los 'art toys' (ediciones especiales y limitadas de sus esculturas) más demandados del artista.

Impresionante la mesa y la silla de madera gigantes que dominan una de las salas más personales de esta muestra, la que recrea su estudio, un espacio que ha sido intervenido por el artista con dibujos a vuela pluma en la pared acompañando a bocetos de algunas marcas con las que colabora, retratos 'a lo Calleja' de familiares y amigos o la portada que ha hecho para SUR. Ese gran escritorio tiene un potente valor simbólico para Calleja porque no deja de ser un irónico recordatorio de la pequeña mesa en la que comenzó a crear en su propio dormitorio.

Es un ejemplo más del juego de escalas que atraviesa toda la exposición, donde Calleja quiere hacer parecer pequeño lo inmenso. Como en el maravilloso 'Happy mortals (Pink)' frente a las señoriales escaleras del Episcopal: una esfera brillante y rosa de dos metros que sorprende al rodearla y encontrar al otro lado a un pequeño personaje soplando con todas su fuerzas. No faltan en Málaga sus columnas 'Heads' (2019) y 'Heads V2' (2021), una divertida superposición de cabezas con diferentes colores de pelo y tamaños. Precisamente de estas piezas se ha lanzado una 'open edition' especial de pequeño formato que se vende en la tienda de Javier Calleja instalada en la planta baja del centro cultural. Su precio es de 995 euros, pero el arte de Calleja se puede encontrar también en pegatinas de 9,95 euros. Entre uno y otro, camisetas, bolsos, tazas y hasta percheros tienen el sello del malagueño para quien quiera llevárselo puesto.

'Mr Günter, The Cat Show', con sus huellas gatunas por el suelo orientando la visita, estará en el Centro Cultural Fundación Unicaja hasta el 6 de septiembre, de lunes a sábados en horario de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 horas, y los domingos y festivos de 10.00 a 14.00 horas. La entrada será mediante donativo de 3 euros (menores de 14 años gratis), cuya recaudación se destinará íntegramente a la Asociación de Voluntarios de Oncología Infantil de Málaga (AVOI) y a las protectoras de animales La Guarida y El Gato Garduño. Pero ojo, la obra de Javier Calleja no se quedará solo de puertas para dentro. Después de Semana Santa, el malagueño instalará una escultura pública de casi seis metros de alto, la más grande que ha hecho hasta la fecha, en la entrada de Molina Larios. Ahora sí, Javier Calleja vuelve a Málaga por todo lo alto.

.