Dimite el gerente de la Orquesta Filarmónica de Málaga tras las irregularidades de las contrataciones de músicos

Vinculado a la OFM casi desde sus inicios, Ramírez, de formación economista y ligado a la asesoría fiscal y contable, comenzó su andadura en 1995 como jefe de Administración del consorcio de la orquesta para pasar tres años más tarde a secretario técnico y, finalmente, director-gerente desde 1999. Cerca de tres décadas al frente o en cargos de responsabilidad de la Orquesta Ciudad de Málaga en los que pilotó su crecimiento y ampliación hasta convertirse en la actual Orquesta Filarmónica, de la que finalmente se despide tras una última etapa convulsa con numerosos problemas laborales.

Pese a la dimisión, Juan Carlos Ramírez seguirá trabjando en el organigrama de la OFM, ya que solicitará la reincorporación a la plaza de su propiedad que ocupaba previamente a su nombramiento como máximo directivo, según ha detallado el comunicado oficial.

La caótica situación de la OFM subió de volumen el pasado abril tras las denuncias del comité de empresa de que los contratos temporales de músicos para puestos sin ocupar se realizaban recurriendo a la fórmula de la prestación de servicios y se incurría en la figura del 'falso autónomo'. Unas críticas que se confirmaron con la multa de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Málaga que sancionó al consorcio al detectar que estas actuaciones laborales irregulares se venían produciendo desde el 2021 y afectaban a más de 50 maestros que habitualmente actuaban con la orquesta.

Tras esta infracción, los problemas para completar los puestos de intérpretes en los conciertos se hicieron más evidentes, afectando incluso a lo artístico con cambios de programa y sustitución de las piezas y compositores anunciados en un principio. Además, el clima laboral de la propia orquesta se enrareció aún más y se hizo más patente, ya que el comité de empresa lanzó una campaña de recogida de firmas para protestar por la «nefasta» administración de la OFM y exigir la destitución de su gerente, Juan Carlos Ramírez. Un cese que también pidió el pasado mayo el grupo municipal socialista.

El último capítulo antes de esta dimisión ha sido el fallido concurso para designar el puesto de concertino, el más importante de una orquesta después del director. Así, el proceso fue declarado desierto la semana pasada después de que el tribunal estimara la impugnación presentada por cinco de los siete aspirantes a la plaza. Una decisión que ha obligado a la OFM a lanzar una nueva convocatoria pública para cubrir la vacante.

Aunque en un principio el consorcio, participado a partes iguales por el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía, justificó que las contrataciones de servicios irregulares eran la única fórmula para afrontar las eventualidades habituales de una orquesta y anunció que recurriría el acta de sanción de la Inspección de Trabajo, finalmente ha dejado caer al máximo responsable de estos polémicos convenios laborales.

Según asegura el comunicado oficial, el consorcio convocará en los próximos días un consejo de administración en el que se dará cuenta de la dimisión del gerente y su incorporación a su antigua plaza. Además, la OFM convocará un concurso público para cubrir el puesto de la gerencia que ha quedado vacante después de un cuarto de siglo.