La Inspección de Trabajo multa a la OFM por irregularidades en las contrataciones temporales

El tema se abordó esta mañana en la Comisión del Pleno de Derechos Sociales y Cultura del Ayuntamiento, donde todos los partidos -a partir de una moción del grupo socialista- aprobaron por unanimidad «instar al consorcio a eliminar las contrataciones por día que se hacen al personal cuando no sea estrictamente necesario para evitar perjuicios mayores al interés general de la plantilla».

Según el supervisor, como resultado de una inspección realizada en el local de ensayo de la OFM en diciembre de 2023, se comprobó la prestación laboral de servicios de un total de 50 músicos entre enero de 2021 y enero de 2024, «sin alta en la Seguridad Social por cuenta de la empresa empleadora denunciada», ni en el Régimen General ni en el específico para artistas. Es decir, lo que coloquialmente se conoce como falsos autónomos por ocupar puestos estructurales.

Por ello, con fecha de marzo, la Tesorería General de la Seguridad Social procederá de oficio a tramitar las altas y bajas en el Régimen General de Artistas «y se ha extendido actas coordinadas de infracción y de liquidación por falta de alta y cotización» al consorcio. De momento, se desconoce la cuantía de la sanción pero, según estimaciones del comité de empresa, oscilaría entre 225.000 y 750.000 euros. «Solo en 2023 se realizaron más de 250 pequeños contratos laborales para cubrir cinco plazas en la orquesta», añadió a este respecto el socialista Rubén Viruel.

Tras el aviso de la inspección, la Filarmónica ha frenado estos contratos. «Pero recurriremos porque esto supondrá a la OFM un enorme problema artístico». El gerente Juan Carlos Ramírez mantiene que la prestación de servicios es el único recurso que tiene la orquesta para cubrir los huecos y completar la plantilla de urgencia ante un concierto. «Cuando se acaba la bolsa de trabajo, necesito ir al mercado libre», explica. Una opción que ahora ya no es posible y que, lamenta, repercutirá en la orquesta.

En este sentido, desde el comité de empresa aseguran que han advertido a la empresa en reiteradas ocasiones de la necesidad de hacer bolsas de trabajo para ocupar los vacíos sin recurrir a la prestación de servicios. «Estos hechos irregulares conducen a una degradación laboral y artística, y a un descrédito de la que debería ser la institución cultural más importante de la ciudad», declaró en la comisión el presidente del comité, Carlos González Sánchez. En estos momentos, ya no hay músicos en las bolsas de violín, viola, violonchelo y trombón. Según el comité, porque les ofrecen «contratos basura y no les compensa». Esta situación hará que esta noche, en el concierto de abono en el Teatro Cervantes, «falten 20 instrumentos», según González Sánchez.

En estos momentos, hay quince plazas vacantes de las que ya se han sacado 12 como oferta empleo pública de empleo o por interinidad para ocuparse antes de que termine esta temporada. La gerencia de la OFM y el Ayuntamiento -como parte del consorcio- justifican las contrataciones por prestación de servicios por la complejidad del sistema público. «Si hay un drama que enquista proyectos culturales es la Ley del Sector Público cuando se aplica a proyectos de cultura. Es un drama porque estamos absolutamente encorsetados, porque esa ley está hecha para grandes cifras (...) La transparencia e igualdad obligan, pero hay veces que si un violín se pone malo un viernes no hay capacidad legal de poder salvar esa situación», argumentó la concejala de Cultura, Mariana Pineda.

«La adscripción de la OFM al Ayuntamiento ha conllevado una adaptación a procedimientos en régimen laboral que chocan frontalmente con las necesidades de agilidad que debe tener una orquesta sinfónica, cuyos conciertos no pueden aplazarse ni su programación adaptarse a las situaciones laborales que surgen día a día», añadió Ramírez.