Descubren en la Sierra de las Nieves la mayor 'supercueva' del sur de la Península Ibérica
Espeleólogos hallan la galería que conecta dos grandes grutas, el eslabón perdido que da lugar a un enorme complejo subterráneo en profundidad y longitud
Bajo los pinsapos de la Sierra de las Nieves, en el entorno de Tolox, existe un laberinto de grutas subterráneas con kilómetros de recorrido y ... varios cientos de metros de profundidad. Las llaman las 'supercuevas', un término que refleja la singularidad de unas galerías con una dimensión desconocida hasta la fecha. Pero los espeleólogos empiezan a descifrar poco a poco ese complejo mundo underground. Miembros del Grupo de Exploraciones Subterráneas de la Sociedad Excursionista de Málaga acaban de confirmar la conexión entre dos grandes simas que se conocían de forma independiente. El eslabón perdido que da lugar a la mayor 'supercueva' del sur de la Península Ibérica.
El nuevo Complejo Nevero-Aire tiene un desarrollo que supera los 26 kilómetros y un desnivel que alcanza los 955 metros. Son seis kilómetros más que la que hasta ahora era considerada la mayor gruta de Andalucía, la Sima G.E.S.M.-Sima de la Luz. Y esto es solo el principio. Los expertos saben, tras años de estudios, que esta última sima también se conecta en algún punto –aún no detectado– con las anteriores, lo que arrojaría un recorrido de casi 50 kilómetros bajo el subsuelo. «Es muy bestia, algo muy excepcional. Estamos ahora mismo abriendo la caja de pandora», dice aún con la emoción del hallazgo Rogelio Ferrer, uno de esos pocos profesionales capaces de adentrarse en las entrañas de la Tierra. Cinco días estuvo dentro de ella el pasado junio.
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Viaje al interior de las supercuevas de Málaga
Hablamos de auténticas catedrales subterráneas con grandes pozos verticales de cientos de metros de profundidad, inmensas salas de hasta 30.000 metros cúbicos de volumen (equivalente a cuatro globos aerostáticos) y largas galerías. Todo eso en un sistema kárstico pequeño, como es la Sierra de las Nieves, en comparación con los Picos de Europa o los Pirineos. Y ahí radica parte del asombro que esto despierta entre los expertos, que en esa zona tan concreta estén esos sistemas subterráneos tan enormes, solo vistos hasta el momento en el norte.
Pero hay más. Lo que esconde la Sierra de las Nieves es una auténtica «joya geológica» que está siendo investigada por los científicos, porque su formación altera paradigmas que parecían firmes. Lo habitual es que el agua de lluvia que se infiltra en el suelo vaya abriendo fracturas en la roca hasta llegar a un nivel freático. Pero estas 'supercuevas' no nacen así. Hay simas muy verticales con otras redes horizontales, han encontrado galerías a varios cientos de metros por debajo de la superficie del nivel freático y cuevas inundadas. Eso indica, según explicó en su momento el geólogo Juan José Durán, que hay otros mecanismos de tipo hipogénico para que estas cavidades se creen, como aguas que vienen del interior del macizo con elementos químicos y temperaturas diferentes que generan procesos de hiperkarstificación. Algo «absolutamente atípico».
Años de trabajo
Los espeleólogos y geólogos llevan décadas trabajando de la mano, bajo tierra y en superficie, para descodificar el sistema de túneles, pozos y galerías que hay bajo la Sierra de las Nieves. Sabían que algunas galerías del Nevero y del Aire estaban a apenas unos 100 metros de separación, en algún lugar tenían que coincidir.
Tiene grandes pozo verticales, inmensas salas y largas galerías que se extienden 26 kilómetros y bajan hasta los 955 metros
«Como un cirujano», han delimitado la zona tras una serie de topografías de alta calidad y numerosas valoraciones en equipo. No es nada fácil, las expediciones han bajado a 500 y 600 metros de profundidad, pasando varios días sin ver la luz del sol. En verano ya decidieron por dónde había que atacar dentro de ese enrevesado laberinto. Y no se equivocaban. El sábado 26 de septiembre dos miembros del Grupo de Exploraciones Subterráneas de la Sociedad Excursionista de Málaga, Álvaro Mateos y José Antonio Romero, confirmaron físicamente que esa unión entre ambas simas era real en el subsuelo del Parque Natural. Un hito para la espeleología de la provincia que coloca a Málaga en el foco de la ciencia del subsuelo.
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