Margarita del Cid será la nueva alcaldesa de Torremolinos tras una moción de censura al socialista José Ortiz

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Los socialistas gobiernan en minoría con Adelante Torremolinos (la confluencia local de Podemos e Izquierda Unida). Ortiz sacó adelante su segunda investidura en 2019, cuando todo parecía perdido para él. Sólo un verso suelto de Vox, Lucía Cuín, que abandonó la formación de Santiago Abascal antes incluso de tomar posesión de su cargo como concejala, cuadró las cuentas socialistas, un cálculo complejo pero allanado por la relación entre Cuín y un cargo de confianza de Ortiz. Del Cid se quedaba con la miel del poder en los labios, pero ahora, más de dos años después, ejecuta su venganza con un acuerdo similar al que alcanzó Ortiz para atornillarse en la Alcaldía. El nuevo Gobierno estará presidido por el PP, en coalición con Ciudadanos y Por Mi Pueblo. Vox y De Miguel serán socios de investidura de Del Cid pero no tendrán competencias en su Ejecutivo.

De Miguel ha sido el elemento clave para decantar la balanza del lado de la líder popular. Se presentó a las elecciones como cabeza de lista de Ciudadanos, partido del que salió por falta de afinidad con la línea política de su cúpula, por entonces comandada por Albert Rivera. Luego, una vez en la bancada de los no adscritos, entró en el equipo de Ortiz como concejal de Igualdad, cargo que abandonó en noviembre de 2020 por la sentencia del Tribunal Supremo que prohíbe otorgar privilegios a los ediles tránsfugas. Él no había cambiado de un partido a otro, pero asumió responsabilidades de gobierno una vez arrancada la legislatura. Por eso Del Cid, que durante estos meses se ha trabajado un acercamiento intensificado desde primavera, ha acordado que no entre en su equipo.

Las otras piezas eran más sencillas de encajar. El PP siempre ha contado con el apoyo de Ciudadanos y Vox y hace más de un año que atrajo a Avelina González a su órbita. La candidata de Por Mi Pueblo fue muy crítica con Del Cid en el pleno de investidura en el que le negó su voto para hacer alcalde a Ortiz. Tras aquellas palabras estaba la sombra alargada de Pedro Fernández Montes, exalcalde y enemigo confeso de Del Cid. Cuando González y Fernández Montes rompieron su alianza (ella llegó a denunciar que el exalcalde le había pedido dinero en efectivo para cubrir los gastos del partido), la edil de Por Mi Pueblo construyó puentes con Del Cid. «Viciaron mi percepción sobre ella», admitió en una entrevista concedida a este periódico en la que también advertía: «No volvería a votar a Ortiz».

No es la primera vez que Del Cid trata de cocinar una moción de censura, aunque en las anteriores ocasiones ha tenido que retirar la olla del fuego ante la falta de apoyos. Ortiz respondió al amago más serio con el nombramiento de De Miguel como concejal de gobierno, a quien además obsequió con un cargo de confianza. Sólo ahora, amparada en «la dejadez» en la que considera que la coalición entre el PSOE y Adelante ha sumido al municipio, cuando la aritmética por fin parece ponerse de su lado, Del Cid se ha atrevido a dar el paso de registrar la moción. El pleno la convertirá en menos de tres semanas en la primera mujer que gobierna en Torremolinos y en la cuarta persona que accede a la Alcaldía desde la segregación.

A mediodía Del Cid ya había comunicado a Ortiz, con quien apenas tiene relación, su paso hacia la Alcaldía. En una conversación breve pero «cordial», según las fuentes consultadas, ambos quedaron en sentarse a hablar en los próximos días, aunque ya todo parece estar dicho.