El dilema de la Alameda
El paso bajo el Centro implica decisiones clave sobre qué hacer con el tráfico, las paradas de los autobuses y hasta los ficus centenarios
TEXTO: I. LILLO
Viernes, 21 de marzo 2008, 02:41
LA Alameda Principal y el Parque deberán enfrentarse tarde o temprano a uno de los mayores retos arquitectónicos de su historia: hacer posible el paso ... del suburbano en una trama marcada por un buen número de obstáculos y, por supuesto, con la menor duración posible.
En ningún caso, sea cual sea el método constructivo elegido, la afectación será inferior de un año. La postura que tradicionalmente ha sostenido el equipo de gobierno municipal es que el paso mediante tuneladora tendría menor impacto, al restringir el ámbito de actuación. Frente a esta aparente ventaja, Ferrocarriles Andaluces argumenta que sobre la superficie donde opere la gigantesca taladradora no podrá existir tráfico, aunque tenga menor impacto visual.
Pero el principal elemento que lleva a los técnicos a dudar de las ventajas de ese sistema constructivo está en el propio suelo que compone la Alameda y el Parque, de aluvión, el menos adecuado para las tuneladoras. Lo que podría hacer que su viaje subterráneo se eternizara, y con él, el tiempo de ocupación en superficie. Esta idea ya fue expuesta en 2006 en un informe encargado por el Ayuntamiento al catedrático Melis Maynar, experto en la construcción de suburbanos en ciudades como Madrid.
Frente a esto, la Junta esgrime que más vale malo conocido. El sistema de muros pantalla, aunque deja una huella mayor en el entorno en el momento de las obras, como se puede observar en la Carretera de Cádiz, ya ha mostrado sobradamente su eficacia, sin que se hayan producido daños en los edificios, y con una puntualidad británica: los tajos que se han cerrado hasta ahora han cumplido las previsiones de duración que se fijaron inicialmente.
El debate técnico e institucional tendrá por tanto como eje principal la necesidad de establecer un calendario de las obras y unas alternativas al tráfico rodado que permita la convivencia de éstas con la vida de la ciudad durante, al menos, 12 meses.
Calendario
Además de actos culturales que se verían afectados, como son -precisamente- los recorridos procesionales de la Semana Santa, las paradas y los recorridos de los autobuses de la EMT tendrían que cambiar. Y, sobre todo, el paso de vehículos particulares, en uno de los puntos con mayor densidad circulatoria de la capital. Para ello, sería necesario reordenar los ocho viales -los cuatro principales y los cuatro de servicio- existentes en la Alameda; así como reforzar otros, como el que discurre desde el paseo de los Curas y el muelle Heredia.
Otro aspecto es el ecológico, pues la ordenación de los trabajos deberá ofrecer la mínima afectación posible sobre los ficus centenarios que existen en el recorrido. En definitiva, los negociadores de una y otra parte tienen por delante largas jornadas de debate, con el objetivo de que el metro de Málaga pueda alcanzar al Centro, tal y como los ciudadanos esperan.
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