El pregonero exige cuidar la identidad cofrade malagueña y dice que «aquí no cabe todo»
Francisco Javier Jurado ‘Coco’ defiende las tradiciones de la Semana Santa de Málaga y critica el afán de querer ser copia
ANTONIO M. ROMERO / ÁNGEL ESCALERA
Sábado, 1 de abril 2017, 22:37
«Porque esto, señores, es Málaga». Esta fue la frase que más repitió el comunicador cofrade Francisco Javier Jurado Carmona Coco en el pregón de ... la Semana Santa de Málaga que pronunció anoche en el abarrotado Teatro Cervantes. El pregonero afirmó que es «la variedad la que define la esencia de la Semana Santa, pero, ¡cuidado!, aquí no cabe todo», dijo y recordó que eso está recogido en las reglas de la Agrupación de Cofradías. «Hay que cuidar la identidad malagueña», remarcó. Y añadió que en una ciudad tan cosmopolita como Málaga es difícil mantener las tradiciones. A eso se une «el afán de querer ser copia, la mayoría de las veces, mala de algo o de alguien». Jurado manifestó en tono crítico: «En pos de la exclusividad de cierta estética, nos pasamos por los varales una herencia muy determinada, flaco favor de copia y pega en lugar de crear con nuestras raíces, con nuestra historia».
El pregonero significó la dificultad que hay en Málaga de conservar y preservar su línea de tradición. «En esta Málaga cofrade tenemos, entremos todos y sálvase el que pueda, la intrínseca tendencia a imitar, obedecer y reconocer supremacía y razón estética a algo o alguien y la persona que no pertenece a ese clan se la considera extraña o peligrosa, porque no responde a un complejo patriarcal determinado y dominante», aseguró el pregonero antes de subrayar que «de lo sublime a lo ridículo hay una línea muy delgada».
Jurado Carmona Coco fue contundente al argumentar: «En Málaga hay quienes no reconocen que tenemos nuestro propio sentimiento de identidad, nuestra propia capacidad de crear, nuestro propio sentir cofrade, que van unidos a nuestros condicionantes históricos, culturales, ambientales, urbanísticos, climáticos... No tenemos que sentirnos obligados a obedecer otros cánones por muy historicistas, estéticos o culturetas que sean».
Francisco Javier Jurado fue presentado por el pregonero del año pasado, el periodista y locutor Antonio Guadamuro. Ambos se fundieron en un abrazo. El pregón, titulado Una vida cofrade y veinte años de comunicación, empezó con una palabra (prevenidos) característica de los programas en directo de televisión, con lo que Jurado hizo un guiño a las retransmisiones de procesiones que dirige en Procono Televisión (PTV) cada Semana Santa. «Con la venia. Málaga está prevenida. Málaga está preparada. Todos a sus puestos. Voz de televisión. Prevenidos... Prevenidos para vivir Málaga mañana, tarde, noche y madrugada. Para soñar momentos inquebrantables de hermandad. Prevenidos para componer otro capítulo de historia, otro año de pasión popular, en el mejor espacio escénico de gloria... Con los malagueños protagonistas de nuestra realidad».
Tras esta introducción, el pregonero dirigió los saludos y agradecimientos protocolarios a las autoridades presentes y, a continuación, dijo: «Con vuestra venia: aquí estoy vestido de portador. Perdón, Luis (en referencia al fallecido Luis Rodríguez, presidente de la Asociación Cultural Hombre de Trono), porque siendo portador me hice hombre de trono; fui forjando una vida cofrade con su eje en la Semana Santa».
Importancia de los barrios
Jurado Carmona Coco mencionó la importancia de los barrios en el contexto semanasantero. «Málaga se ofrece en cuerpo y alma, alma de barrios que se erigen en protagonistas de pasión. ¿Qué sería de Málaga sin sus barrios?», se preguntó antes de definir a las casas hermandad como «pórticos de grandeza humana y social que dinamizan su entorno». A su juicio, es necesario abrir más todavía las puertas de esos edificios cofrades y reclamó que el Museo de la Semana Santa de Málaga Jesús Castellanos albergue un centro de interpretación para darle una labor didáctica. «La ciudad de los museos no puede prescindir del tesoro patrimonial e histórico que tienen nuestras hermandades», recalcó.
El pregonero mencionó las dos realidades que se dan la mano en la Semana Santa. Por un lado, la fe y las creencias y, por otro, el movimiento económico que se genera gracias a las cofradías, hecho que repercute beneficiosamente en los sectores hotelero y hostelero. A la vez que agradeció la colaboración que prestan algunos negocios y empresas, animó a las grandes firmas y franquicias a que se impliquen en las tradiciones malagueñas. «Aunque no permitan poner carteles en sus escaparates, al menos que apaguen las luces al paso de la Virgen de Servitas», reivindicó. En referencia a la construcción de un monumento dedicado al mundo cofrade en forma de escultura, aseveró que qué mejor lugar para situarlo que a los pies de la inacabada torre sur de la Catedral. «Y así nos recuerde que no hay cosas imposibles, sino personas incapaces. Un monumento para exclamar: ¡porque esto, señores, es Málaga!»
No faltó una mención a la importancia de la presencia femenina en las hermandades. «Aquí quiero ser tremendamente respetuoso y que no valga ninguna discusión ni controversia en la integración de la mujer en nuestras cofradías. En ningún puesto, en ninguna situación, en ningún cargo debe ser diferenciada, porque la palabra cofrade no tiene género». Sobre el posible cambio del recorrido oficial, el pregonero señaló que si es necesario, hay unanimidad y se respetan espacios tradicionales hay que ir para adelante con ese proyecto.
Momento muy emotivo
Francisco Javier Jurado citó a las cofradías por orden de día de salida procesional y recitó varias poesías a distintos sagrados titulares. Su intervención estuvo salpicada de anécdotas e historias de su vida cofrade. Uno de los momentos más emotivos se produjo cuando, al llegar a lo que dijo de la Hermandad de la Salud, contó que sufrió un cáncer, tumor del que fue operado hace un año tras ser sometido a radioterapia y quimioterapia. Después de agradecer la asistencia sanitaria recibida destacó que Pepe Rivas, Eduardo Marqués, Conchi Rivas y Emilio Alba son sus ángeles de cabecera. «Vivan los que sanan, los que cuidan; gente buena que va repartiendo Salud en la Esperanza de un gran Amor a la vida».
A lo largo del pregón se proyectaron tres vídeos. El primero reflejó la misa del alba del Cautivo (Jurado recordó la figura del ex hermano mayor de la cofradía trinitaria José París, fallecido recientemente). El segundo vídeo plasmó el desembarco legionario en el puerto de Málaga y el traslado del Cristo de la Buena Muerte. En el tercero se vio la bendición de Jesús El Rico, imagen de la que el pregonero es mayordomo de trono. También hubo tres intervenciones que apoyaron las aseveraciones hechas por Jurado Carmona Coco. Así, Antonio de Canillas cantó el Padrenuestro por saeta cuando el pregonero habló de la Cofradía de los Gitanos, en homenaje a Agustín del Castillo, con el que mantenía una gran amistad y que murió el año pasado. Intervinieron, asimismo, la cantante Isabel Fayos, que recitó una poesía sobre la Virgen del Rocío, y el director de Cope Málaga, Adolfo Arjona, que pronunció unas palabras en la parte dedicada a la Cofradía de la Misericordia. Los tres se situaron en un palco del segundo piso.
El acto se abrió con un concierto, coordinado por el catedrático y compositor Gabriel Robles. Intervinieron unas 130 personas entre los integrantes de las bandas de la Vera Cruz de Almogía, dirigida por Manuel Puche, y la del Maestro Eloy García, dirigida por José Navasquillo; la escolanía de Santa María de la Victoria, cuyo director es Narciso del Campo, el tenor Luis Paccetti y la soprano Lourdes Martín. Se interpretaron cuatro marchas: Rico en Amor y Virgen y Madre del Amor, de Gabriel Robles Ojeda, Malagueña Virgen de la Paloma, de Rafael Hernández, y Málaga cofradiera, de Antonio Pérez Funes. El saludo institucional corrió a cargo del periodista Francisco García, responsable de Comunicación de la Agrupación de Cofradías.
Como colofón, la banda de cornetas y tambores del Real Cuerpo de Bomberos interpretó desde el patio de butacas el Himno Nacional mientras que se proyectaba el vídeo con la bendición de Jesús El Rico; la Marcha Real se fusionó con el sonido de campanillas. El pregonero se puso de rodillas en un reclinatorio para recibir la bendición de la imagen.
Al pregón, entre otras autoridades, asistieron el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre; el obispo de Málaga, Jesús Catalá; el delegado de la Junta de Andalucía en la provincia, José Luis Ruiz Espejo;el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones; el presidente de la Diputación, Elías Bendodo; el vicario de la diócesis, José Ferrary; y el delegado de Hermandades y Cofradías, Antonio Coronado. Todos fueron recibidos por el presidente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa, Pablo Atencia. Desde un palco siguió el pregón el actor y pregonero de 2011 Antonio Banderas.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión