Borrar

¡Eso es Málaga, sí, Señores!

Pedro Luis Gómez

Domingo, 2 de abril 2017, 00:24

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Escribo estas líneas cuando aún resuenan sus voces surgidas del alma en el Cervantes. El pregón de Coco, Francisco Javier Jurado Carmona, fue un homenaje a la Málaga cofrade que él vivió desde el buen día que se le ocurrió salir en la Sangre de nazareno. Era un niño. Yo lo recuerdo saliendo vestido con la envidia del primo pequeño (¡se siente!), pero aún más lo tengo en mi mente por cómo regresó: un chaparrón de esos que entonces nadie preveía, entre otras cosas por que no había móviles ni aplicaciones, le destiñó la túnica; su camisa y camiseta blanca eran totalmente rojas. Rojo color sangre, que en la Archicofradía de nuestro vecino Pepe Santiago había hecho su debú. Ya entonces no estaba Cachito, que nunca pudo debutar con la Pollinica, porque de muy niño se fue al cielo, pero él fue el primero de la nueva saga, de los que hoy ya estamos en primera línea de batalla porque todos los que nos inculcaron lo que los Carmona, los Jurado o los Gómez somos ya no están por estos lares. Bueno, menos la Nona y la Pepa, que habrán disfrutado igual, no más, que los ausentes. Los ultramarinos Carmona, la carnicería de Gómez, los panes de La Milagrosa, los barcos de trigo del puerto La historia del pregonero es la misma que la de cientos de miles de malagueños, pero como la conozco al dedillo, por eso la traigo a colación, acordándome de una historia pasada por lo efímero que es el tiempo y de un presente que tiene un pedigrí auténtico. ¡Esto es Málaga, señores! Pues sí, señor pregonero. Enhorabuena.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios