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Pablo Ráez, en el centro, junto a su padre y su novia
Pablo Ráez: "Quiero concienciarme y creer que todo va a ir bien"

Pablo Ráez: "Quiero concienciarme y creer que todo va a ir bien"

El joven marbellí ingresa en Carlos Haya para un tratamiento de quimioterapia y recibir el trasplante de médula que combata la leucemia

Ángel Escalera

Jueves, 10 de noviembre 2016, 14:15

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El joven marbellí Pablo Ráez ha ingresado hoy en el Hospital Regional Carlos Haya para prepararse para el trasplante de médula ósea que va a recibir para combatir la leucemia que padece. Minutos antes de ese ingreso, concede esta entrevista a SUR. A su lado están sus padres y su novia. Responde a las preguntas con entereza y siendo consciente de que le esperan unas semanas duras y, a la vez, esperanzadoras. «Quiero concienciarme y creer que todo va a ir bien y que podré recuperar mi vida y volver a no estar sometido a una enfermedad», afirma.

Hoy ingresa usted en Carlos Haya para la preparación del trasplante. ¿Qué es lo que le harán?

Mañana comenzaré un ciclo de quimioterapia de siete días. Ese tratamiento servirá para limpiarme la médula y dejármela vacía. Seguidamente, me harán el implante de la médula nueva. Al día siguiente de ese trasplante estaré otros dos días más con quimioterapia.

¿En qué consiste el trasplante?

En el brazo derecho tengo una vía por la que me pincharán y me introducirán la médula. No hay operación; no me abrirán ni nada. Iré explicando por las redes sociales todo lo que me hagan. El trasplante durará de seis a ocho horas. Lo contaré en directo para que la gente sepa en qué consiste.

¿Sabe qué día le harán el trasplante de la médula?

En principio, son siete días de quimioterapia. Creo que el trasplante será el viernes o el sábado próximos.

¿Cuánto tiempo deberá permanecer en el hospital recuperándose?

Más de veinte días desde que me implanten la médula, lo que unido a los días previos supondrá que estaré hospitalizado en torno a un mes.

¿Se esperaba que surgiese un donante en un plazo de tiempo tan corto tras la campaña de donación que usted ha impulsado?

No. Es más, lo que yo he movido no ha servido para mí, puesto que la donante que ha aparecido es una joven de Estados Unidos. La campaña que impulso está sirviendo para la gente que me lee o que me sigue en las redes sociales se anime a donar. Eso es lo importante, porque mucha gente necesita un trasplante de médula.

¿Qué datos conoce de su donante?

Sé que es una joven y que vive en Estados Unidos, pero no conozco mucho más, porque los datos no los dicen; son confidenciales.

Supongo que estará muy ilusionado por haber encontrado un donante, pero a la vez algo preocupado. ¿Con qué ánimos afronta el proceso que comienza hoy?

Ahora mismo lo llevo bien. En el trasplante anterior, en el que el donante fue mi padre, también estaba muy ilusionado. Cuando se ingresa en el hospital todo se vuelve un poco más oscuro. Esta vez no sé cómo será. Yo voy con ánimos. Me ha costado tenerlos, porque no ha sido nada fácil concienciarme de lo que me espera. Es más, cuando me dijeron que había un donante para mí fue duro. Casi habría preferido que no hubiese aparecido un donante en ese momento.

¿Por qué lo dice?

Que aparezca un donante no significa que yo vaya salir adelante sí o sí. Aunque hay un 80 por ciento de compatibilidad con la donante, eso no supone que haya un 80 por ciento de probabilidades de superar la leucemia.

Si usted ha sido capaz de afrontar la enfermedad con tanta vitalidad, lucha y espíritu de sacrificio, no tiene por qué venirse abajo ahora, ¿no?

No. Por eso, estoy animado, pero esto no es de un día para otro. En el momento en que sabes a lo que te enfrentas, tienes que ser muy fuerte.

De todos modos, en lo que usted ha contado en las redes sociales ha expresado que va a superar la enfermedad, que se va a curar y que saldrá adelante. Son unas manifestaciones que indican fortaleza.

Sí, porque yo también quiero creer que todo va a ir bien. Yo también quiero recuperar mi vida y volver a no estar sometido a una enfermedad, ni al cansancio, a venir al hospital, a sentirme mal, a tener dolor... Quiero concienciarme y creer que todo va a ir bien. Puede que no vaya bien, pero no voy a estar pensado en eso.

¿De qué modo le influye el ánimo que le están dando a través de las redes sociales? Es gente que no le conoce, pero que se ha implicado en la donación.

Eso da fuerzas para seguir. Esto no lo tenía el año pasado cuando me trasplanté. Y también lo superé. Es decir, que se puede afrontar de las dos maneras: con tanto apoyo y sin tanto apoyo. Tener este apoyo es reconfortante, porque hace que te sientas menos solo y que recibas la luz de la gente que te apoya. Es algo que agradezco muchísimo.

¿Qué es lo peor cuando se está ingresado en la cámara de aislamiento del hospital?

Dejan entrar a un familiar de dos de la tarde a nueve de la mañana del día siguiente. Lo más duro es saber que no puedes salir de la habitación. Esa es la única diferencia respecto a estar en una habitación normal del hospital. Aparte, sabes que lo vas a pasar mal por los efectos secundarios de la quimioterapia.

¿Qué supone para usted ser la imagen de los Juegos Mundiales de Trasplantados que se celebrarán en Málaga del 25 de junio al 2 de julio de 2017?

Ahora no pienso mucho en eso, la verdad. Lo veo muy lejano. Mequeda tanto que pasar, pero es algo que me agrada mucho. Que yo esté en esos juegos significará que he pasado el trasplante, la quimio y que estoy bien. Pensar en ello me reconforta mucho.

Una vez que salga del hospital y esté recuperado, ¿qué planes tiene? ¿Piensa casarse?

(Risas. Junto a él está su novia, Andrea). Pues no lo sé. Quiero salir y encontrarme bien. Todo irá llegando. Ahora mismo es tan difícil planear cosas. Lo que quiero es dar las gracias a toda la gente que me apoya y anima día tras día. A todos los medios de comunicación que se vuelcan en contar mi historia y en apoyarme en el reto de conseguir un millón de donantes de médula.

Ese objetivo de lograr un millón de donantes de médula ósea es algo que ha calado en la sociedad, ¿verdad?

Sé que es un reto difícil, pero quiero lograrlo. Esto está pensado para el beneficio de muchos pacientes que están en una situación como la mía. Con que haya habido una persona que se haya levantado de su casa y haya ido a donar por el mensaje que yo he lanzado, ya es bastante.

Me imagino que su familia es su principal y mayor apoyo.

Sin ellos no podría estar aquí. Ellos son los que me cuidan, los que ayudan en todo.

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