Hacienda devuelve al Ayuntamiento los primeros 700.000 euros del céntimo sanitario

Las arcas del Ayuntamiento de Málaga se han encontrado en las últimas semanas con una grata sorpresa. La Agencia Tributaria ya ha empezado a devolver el dinero cobrado de más a través del denominado céntimo sanitario, un tributo que entre 2002 y 2012 aplicaba al litro de carburante un gravamen que en Andalucía (había un tramo estatal y otro autonómico que fijaban las comunidades autónomas) llegó a alcanzar los 4,8 céntimos y que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea declaró ilegal el pasado mes de febrero, obligando al Gobierno español a reintegrarlo a los contribuyentes afectados, principalmente los transportistas profesionales. De momento, el Consistorio de la capital ya ha recibido varias transferencias que alcanzan los 700.000 euros, aunque esperan que en las próximas semanas esa cifra vaya engordando puesto que, hasta la fecha, todas las resoluciones están siendo positivas.

Desde el gobierno municipal no informan de a cuánto asciende el dinero reclamado por el combustible consumido por su flota de vehículos en los últimos años, aunque fuentes consultadas por este periódico estiman que el montante de las facturas presentadas ante el Ministerio de Hacienda podría rondar los tres millones de euros.

En cualquier caso, una cosa es la cuantía solicitada por el cobro del Impuesto sobre las Ventas Minoristas de Determinados Hidrocarburos (básicamente las gasolinas, el gasóleo, el fuelóleo y el queroseno no utilizado como combustible de calefacción) y otra bien distinta cuánto se ingresará en caja, puesto que solo se puede pedir la devolución de facturas emitidas entre 2010 y 2012. ¿Por qué? Pues porque la Ley General Tributaria establece que el derecho a obtener cantidades indebidamente abonadas a Hacienda prescribe a los cuatro años.

Para todo lo facturado antes, la única alternativa posible es recibir algún tipo de compensación a través de otros impuestos como el IVA. Eso sí, siempre que durante esos años se haya reclamado su reintegro, como se ha encargado de hacer cada ejercicio la Empresa Malagueña de Transportes (EMT), que es la que canaliza la compra de combustible para todo el holding municipal destinando para ello unos 8 millones de euros anuales. Un desembolso por el que además de suministrar a sus 250 autobuses, también posibilita que desde las cocheras del Camino de San Rafael puedan repostar (pagando) el grueso del parque móvil municipal, formado por medio millar de vehículos entre los que destacan en número los adscritos al Área de Servicios Operativos, los de la Policía Local o los de Bomberos. Lo reclama la EMT, pero la devolución va directamente a la caja única del Ayuntamiento.

En ese paquete no están incluidos los 502 vehículos que entre camiones, tractores y demás maquinaria conforman la flota de Limasa, que al tratarse de una empresa mixta (el 51% del capital está en manos privadas) tramita la devolución del céntimo sanitario de forma independiente. Hasta el momento, la sociedad mixta ha recibido 125.000 euros y en breve espera la llegada de otros 250.000. Según los cálculos que manejan en la entidad, la cantidad a reembolsar podría situarse en torno a los 1,3 millones de euros, algo inferior a los 1,5 reclamados a Hacienda por el dinero cobrado de más cada vez que llenaba el depósito de sus camiones. De esa cantidad, un millón se corresponderían al periodo 2009-2012 y el resto entre 2006 y 2009, por lo que en Limasa confían en que si no es en efectivo, se le descuente de otros impuestos.

En este sentido, cabe reseñar que la administración tributaria también tiene que abonar el correspondiente interés de demora (interés legal del dinero vigente a lo largo del periodo en el que aquél resulte exigible), incrementado en un 25%, salvo que la Ley de Presupuestos establezca otro diferente, sin necesidad de que el contribuyente lo solicite expresamente.