De Guindos no contempla la salida de Grecia del euro

De Guindos ha expresado el "máximo respeto" del Gobierno español al resultado "concluyente" del referéndum griego, pero ha recalcado que los problemas y las soluciones "siguen siendo las mismas" y "las reglas de la eurozona también siguen siendo las mismas".

El ministro ha recomendado al Gobierno griego que pida un nuevo programa de ayudas. Sin embargo, su negociación llevará meses y Grecia no puede esperar porque se le acaba el dinero ya. Sólo inyecciones de liquidez por parte del Banco Central Europeo (BCE), que esta tarde decidirá qué primeras medidas adopta, podrían sostener la situación mientras se lleva a cabo el proceso, que incluye la votación en los parlamentos de algunos países como Alemania de la concesión del rescate. Aunque las líneas de liquidez del BCE tienen que basarse en la existencia de un programa de ayudas, tal vez la solicitud del rescate y la apertura de negociaciones pueda dar soporte a una nueva inyección a los bancos griegos.

"El 'no' lo hace todo más difícil, pero eso no es óbice para que seamos conscientes de que Grecia forma parte del euro y tiene todo el derecho a pedir el rescate. Nosotros lo apoyamos, pero con el cumplimiento estricto de las reglas", ha afirmado el titular de Economía. Entre ellas la puesta en marcha de reformas que permitan que Grecia vuelva a crecer para devolver lo prestado. Respecto a una posible quita, a juicio del responsable español de política económica, esa no es la cuestión principal. "Es más importante que Grecia implemente las medidas que permitan que vuelva a crecer que un cambio en la deuda". Ha recalcado que el pago de intereses no es muy gravoso ya que las condiciones de los dos préstamos recibidos hasta ahora por Grecia incluyen una moratoria de diez años y unos tipos muy bajos.

Grecia ha recibido 210.000 millones de euros en ayudas (26.000 millones de España). Aún así no ha descartado que pudiera introducirse flexibilidad y ha recordado que ya se había hecho en el pasado. De Guindos también ha admitido que la troika tendría que haber demostrado más sensibilidad para permitir, entre otras cosas, que los Gobiernos nacionales de los países rescatados hubieran "demostrado ser los dueños de los programas y no como una imposición" de la troika.

El ministro ha descartado que tenga que cambiar el nuevo cuadro macroeconómico que va a acompañar a los Presupuestos Generales del Estado para 2016, donde se contempla un crecimiento del PIB español del 3,3% este año y el 3% el próximo. También ha recalcado que la reacción de los mercados "ha sido menos volátil y limitada" que hace tres o cuatro años porque la zona euro está mejor preparada y la situación económica española es completamente distinta