La nueva amenaza de las compras navideñas: estafas con Inteligencia Artificial

Todo esto lo sabemos nosotros y también los cacos. Por eso, es también un periodo donde hay que tener mil ojos para no caer en las cada vez más sofisticadas trampas de los que ponen el ingenio al servicio del mal. Y aunque la expresión parezca de cómic, no puede ser más realista. La Inteligencia Artificial es también una potente herramienta para que los 'hackers' malintencionados nos den gato por liebre.

«La IA supone un revolución en muchos ámbitos y también, claro, en las ciberestafas. Hace que los ataques sean más sofisticados y, sobre todo, hiperpersonalizados», explica Laia Subirats, especialista en IA y profesora de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación en la UOC.

¿Saben de esa estratagema en la que un supuesto familiar te contacta a través de un mensaje de texto de WhatsApp para pedirte dinero porque se ha quedado a cero y tiene un problema? Pues con la IA, ya no son unas frases, es un audio de nuestro conocido o, peor aún, un vídeo. Y sí, es su voz y su imagen... Manipuladas, eso sí. Lo que ocurre es que así como en el primer caso muchas veces el lenguaje o la ortografía nos servían de pista, en los otros casos resulta muy muy complicado no darse cuenta de que es un 'fake', una mentira.

«Afortunadamente, lo que se está viendo es que utilizan la IA para refinar estafas que ya conocemos, no para crear otras nuevas», matiza Eusebio Nieva, director técnico de Check Point Software, multinacional tecnológica proveedora de soluciones de seguridad informática a nivel global. Pero esto no puede hacernos bajar la guardia, todo lo contrario: cada vez lo hacen mejor y, por tanto, es más difícil descubrir el engaño. Los mails de 'phising' son un ejemplo. «Utilizan Chat GPT para redactarlos mejor», detalla.

El año pasado, los ciberdelitos aumentaron casi un 23% en España. Se registraron 375.000, según el Informe sobre Cibercriminalidad que elabora el Ministerio del Interior. Cayeron todo tipo de personas en ellos: ancianos, jóvenes y hasta empresas. «Tenemos que ser más desconfiados. Muchas veces nuestra actitud con respecto a la información que damos y recibimos en internet es muy optimista, positiva», detalla Subirats. Casi naif. Hace unos días, los expertos de Kaspersky alertaron de una ciberestafa relacionada con 'Wonka', la película que amenaza con convertirse en la más vista este mes de diciembre..

«Los ladrones virtuales utilizan una conocida web de encuestas para atraer a los fans. Instantes después, estos reciben un enlace que parece una inofensiva solicitud de registro para ver la película completa», explica la compañía. En esa web deben abrirse una cuenta facilitan datos sensibles, entre ellos, el DNI y una tarjeta bancaria. A partir de ese momento, pueden recibir cargos «difíciles de cancelar» y, lo que es peor, que su información personal «acabe en la 'dark web'». «Esto último, nuestros datos privados, es lo que más interesa ahora. Con ellos pueden hacerse pasar por nosotros, pedir crécitos, etc.», remarca Nieva.

Ahora bien, no todas las estafas tienen que ver con mensajes que recibimos. También hay una actividad de riesgo que practicamos con demasiada alegría: bajarnos aplicaciones para el móvil sin precaución ninguna. «Por ejemplo, una para convertir nuestras fotos en felicitaciones navideñas», relata Subirats. ¿Inofensiva? Pues igual no tanto. A través de ella podemos meter en nuestro teléfono o tableta virus que nos roben datos sin que nos enteremos. «Tenemos que ser muy precavidos y vigilar quién está detrás de estas apps», recomienda la docente.

Con el tema de la IA, este tipo de estratagemas adquieren tintes de veracidad muy altos y pueden engañar a cualquiera. «La brecha aumenta» entre quien sabe y quien no. Por eso, la recomendación es también estar muy atentos a todas las informaciones y técnicas sobre delitos online que hay. «No solo es cosa de ingenieros e informáticos. Es algo de todos», advierte la experta. Y un buen recurso es la web del INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad), a la que también podemos recurrir cuando sospechamos que, efectivamente, hemos caído en la trampa.