'El síndrome del príncipe Carlos' y otros errores al elegir el campamento de verano de los niños

Los niños se tienen que 'curtir'. Presionar o imponer a un niño que vaya de colonias no es la opción más aconsejable. Funciona mejor hacerle participar en la elección del campamento en la medida de lo posible. Consultar la web, enseñarle las actividades, ver fotos... De esta forma se puede valorar su reacción y motivación.

El síndrome del príncipe Carlos. Se refiere al hecho de pensar que el niño o adolescente nunca está preparado. Todo lo contrario al anterior. Se debe pensar al revés. Los niños por defecto están preparados para relacionarse y adaptarse y el campamento les ayuda. Solo se requiere un mínimo de edad y cierta autonomía para desenvolverse bien.

Ir con hermanos o primos, un arma de doble filo. Conviene explicarles que ya tienen edad para ir de colonias y relacionarse con otros niños, además de con sus familiares y amigos. Una vez allí, cada uno hará sus amigos y vivirá el campamento a su manera, que es lo ideal.

Ojo si ha habido una situación traumática en casa. Una abuela enferma, una separación... Enviar a un niño a un campamento o fuera del país en circunstancias complicadas no suele ser una buena idea, sobre todo si es adolescente. Están más preocupados por la situación de casa que por disfrutar.

Los padres y el nido vacío. ¿Están realmente preparados para que sus hijos pasen tanto tiempo fuera de casa? Muchas veces ni se contempla esta situación, pero hay que estar concienciados para afrontar el vacío que se queda en una casa cuando los niños no están.