Karlos Arguiñano: «De pequeño los pasaba castigado, porque era mal estudiante»

Pero pasaron los años y Karlos Arguiñano descubrió los veranos azules, siempre con el mar como protagonista. «En los 90, cuando ya estaba a tope con los programas de televisión, me aparté un poco de la cocina del restaurante y pude disfrutar realmente de las vacaciones. Siendo yo de Beasain, me compré un barquito. Recuerdo con mucho cariño los maravillosos veranos que pasé disfrutando del mar con Mariano Irigoien, un pescador jubilado de Getaria que asumió la capitanía. Él lo llamaba 'canoa', pero a mí me parecía un pedazo de barco», bromea.

Cuando la calle se le puso «complicada», empezó a disfrutar de los veranos en el mar. «He tenido grandes días de navegación con mi mujer y los amigos. Nos reíamos muchísimo, comíamos bien y los días de fortuna incluso volvíamos a puerto con alguna captura. Nunca me había imaginado pescando bonito… ¡y lo hice! Casi todo lo que sé de pesca, lo aprendí durante esos veranos con Mariano», recuerda. Ahora disfruta mucho con las regatas, sobre todo el día de la Concha. «Desde el punto de la mañana, estoy a tope con los preparativos. Patata cocida, cebolletas y tomate para las ensaladas, merluza frita y lomo empanado, txakoli fresco… Tranquilidad, familia y amigos, qué más se puede pedir».