Las redes sociales, donde nacen muchos nuevos escritores

«Las redes sociales han animado a muchas personas a perder el miedo a escribir, romper el aislamiento que suelen tener los autores primerizos, difundir su trabajo de forma rápida y que llegue a miles de personas, compartir intereses, ponerse en contacto con otros creadores y hasta construir redes de amistad», expresa Vicente Luis Mora, director del máster en Escritura Creativa de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Además, «es un lugar donde verse apoyado, algo que motiva mucho al que escribe, al comprobar que sus escritos llegan al resto y que muchos se identifican con ellos», añade Irene Tomás, editora de Mueve Tu Lengua, editorial que ha publicado varios libros de autores que se han dado a conocer en la red.

Aun así, no es oro todo lo que reluce. Como cualquier otro arte, la literatura es un ámbito donde la competencia es alta y, en las redes sociales, al no haber ningún filtro sobre lo que se publica, todavía más. Esto complica el darse a valer y destacar entre la multitud. De ahí que, a veces, quien sobresale no es el que más talento tiene, sino el que mejor utilizar estas herramientas y obtiene una mayor difusión y audiencia.

«El problema de la literatura en redes sociales es que muchos autores piensan más en escribir, publicar y difundir su obra que en leer, olvidando que el 90% del trabajo de la escritura es la lectura de buenos libros, especialmente de los clásicos», señala el profesor Mora. «Esta nueva forma de literatura es interesante en cuanto a la energía contagiosa y la pasión que desprende, que es muy positiva, pero, por mucho talento natural que se tenga, la formación es esencial. Hay que recordar que, incluso los grandes escritores que han publicado desde muy jóvenes, como el poeta francés Arthur Rimbaud o el español Claudio Rodríguez, eran muy leídos y estaban muy formados; y que hasta Juan Ramón Jiménez iba retirando sus dos primeros poemarios de las estanterías de las librerías para que nadie más los comprara porque se arrepentía un poco de ellos. Esto quiere decir que el desarrollo y la afinación del talento llevan su tiempo», añade.

Algunas de sus recomendaciones son: leer y escribir mucho, realizar talleres o algún máster de escritura, quedar con escritores con más trayectoria, ser constante en el trabajo y tener paciencia. Todo ello con el fin de garantizar la aminoración de errores y que los textos estén trabajados y pulidos hasta las últimas consecuencias.

La editora Tomás duda de si muchos escritores de los que surgen ahora lo habrían hecho antaño, sin la existencia de las redes sociales, o si habrían publicado sus libros en editoriales sin el apoyo de su comunidad de seguidores, pero reconoce que «tanto la manera de comunicarnos como de transmitir el talento ha cambiado, y hay que aceptarlo y sacarle el máximo partido». De hecho, como editorial, una de sus tareas actualmente es estar pendientes de lo que se publica en internet y, si ven que algún perfil encaja con lo que buscan, estudian detenidamente sus posibilidades de publicación.

Y, ¿qué es lo que se busca en estos autores? «Nosotros principalmente nos fijamos en que los valores que transmiten con lo que escriben sean los que apoyamos desde la editorial y en el carácter diferencial de cada uno. También tenemos en cuenta su manera de comunicar y la originalidad y el carisma que desprenden», expresa Tomás.

Que algunos vengan con una comunidad de fans ya formada también ayuda. «Al final, los seguidores de estos autores son los que más ganas tienen de comprar sus libros», sostiene la editora, «pero tener una gran cantidad de admiradores online no siempre es signo de que un libro vaya a funcionar bien en el mercado», aclara. Es más, Tomás destaca que, a veces, autores con menos seguidores logran mejores ventas.

En opinión de Mora, «conseguir miles de seguidores no tiene, en sí, demasiado valor, lo que realmente cuenta es escribir algo que merezca la pena. Si esto se logra, la visibilidad y el prestigio llegarán», agrega.

Otro aspecto destacable es que muchos de estos autores están optando por la autopublicación, que tiene ventajas como que el escritor recibe todos los beneficios de las ventas. Sin embargo, Mora destaca que el beneficio de contar con un editor es grande, pues «garantiza unos filtros de edición y corrección que no residen únicamente en los ojos del propio escritor». Tomás también agrega otros aspectos relevantes como contar con un plan de márketing y la distribución y colocación de los libros en las librerías.