La Malagueta se aferra al Miramar
Desde el traslado del Palacio de Justicia, el cierre de locales se ha extendido y las ventas han caído a niveles nunca conocidos en la zonaEmpresarios y comerciantes confían que este hotel impulse el resurgir del barrio
PILAR MARTÍNEZ* pmartinez@diariosur.es
Lunes, 26 de mayo 2014, 15:01
La Malagueta se aferra a la apertura del Gran Hotel Miramar, el primer cinco estrellas de lujo que espera recibir sus primeros clientes en el ... verano de 2017, como tabla de salvación que impulse el resurgir del barrio, que atraviesa por su peor momento. Calles en las que la mitad de los locales están cerrados y una escasa clientela, en los que mantienen la actividad, constata el declive de una zona noble de la ciudad, que además cuenta con una ubicación privilegiada por su proximidad a la playa, al puerto y al Centro Histórico.
El traslado hace más de seis años del Palacio de Justicia provocó la caída de las ventas, el despido de trabajadores en tiendas, bares y restaurantes y, en demasiados casos, el fin de la actividad. Ahora los comerciantes y empresarios de restauración de la zona han visto la luz al final del túnel en el anuncio de la cadena Hoteles Santos de poner en marcha las obras para recuperar el uso hotelero del Miramar. «Es la noticia más esperada» señalan en cuanto se les pregunta qué puede suponer para el barrio la apertura de este establecimiento de cinco estrellas. «¿No podían acelerarse los trámites y las obras para que estuviera terminado antes?», pregunta la presidenta de la Asociación de Vecinos de La Malagueta, Dolores Navas, que muestra sus esperanzas en que el trasiego de turistas y de empleados de este establecimiento devuelva la prosperidad que siempre ha tenido esta zona.
Basta con recorrer la calle Keromnes, en la fachada lateral del Miramar, para comprobar que de los diez locales que existen cinco están en venta o alquiler. Jorge Colorado, el propietario del restaurante Nuevo Miramar, el único establecimiento hostelero que mantiene la actividad en esta vía, aseguró que lleva seis años esperando el momento de iniciar la cuenta atrás de la puesta en marcha de este hotel al que se ha encomendado para poner fin a los peores años de su negocio. «En los 22 años que llevo aquí nunca había vivido una época tan mala como estos últimos años. Solo con decir que aquí tenía a cinco personas trabajando y ahora estamos mi hijo y yo», afirmó.
Un poco más abajo, en esta misma calle, en la tienda de regalos La Galería, la empleada Estefanía Souvirón, lamenta que tarde tanto la inauguración. «Será fenomenal. Dará nivel y ambientará el barrio», explicó.
Testigos de la historia de La Malagueta, como el propietario de la emblemática tienda de ultramarinos La Manzana de Oro, Juan de Dios Moreno, reconoce que el barrio está en las últimas. «Las ventas han caído en más de un 30% y han cerrado un 40% de los locales. La apertura del hotel Miramar será el revulsivo que necesitamos. El inicio de las obras era una noticia más que esperada», precisa. Otro de los negocios que se mantiene, aunque con una bajada de en torno a un 15% de las ventas, es la cafetería Flor, con 66 años de vida. Su encargado Rabi Aouam pone el acento en que la apertura del hotel dinamizará los locales abiertos y dará salida a los que están cerrados. «Si todo va bien pensamos incluso en reforzar el negocio cuando el hotel abra», afirma. En la perfumería Roseland es la clienta Mercedes Acaña la que señala que el hotel dará mucho valor a la zona. «En el Miramar se casaron mis padres. Era lo más. Espero que vuelva a serlo», dice.
Por su parte, el arquitecto autor del proyecto del Gran Hotel Miramar, José Seguí, asegura: «la recuperación del edificio va a suponer algo así a lo que fue el Teatro Cervantes en el Centro». El concejal de Cultura, Turismo y Deportes, Damián Caneda, añade que contribuirá a posicionar a La Malagueta como nuevo espacio de atracción de turistas.
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