Miguel Ángel Escaño López: «Hace solo cuatro años sufríamos cortes de agua durante 16 horas al día»

-¿Por qué se decidió a dar el salto a la política?

-Llevo trabajando como enfermero en el pueblo desde finales de los años noventa. En las elecciones de 2003 me convencieron para ir de número dos con Miguel Castillo, y ganamos. Él tuvo que dejar la política después de cuatro años por problemas de salud, y entonces me decidí a encabezar las listas del PSOE. Hasta entonces no estuve afiliado, aunque he seguido compaginando mi trabajo con la Alcaldía, por lo que no cobro un sueldo del Ayuntamiento. Creo que seré de los pocos alcaldes que hace esto después de tantos años en el cargo.

-¿Cómo ha cambiado Totalán desde que usted es alcalde?

-Como de la noche al día. Hay que tener en cuenta que hasta 2009, el pueblo sufría constantes cortes de agua, con hasta 16 horas al día sin suministro, porque no teníamos un abastecimiento asegurado con los pozos. Gracias a nuestra insistencia, la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, cuando estaba Ignacio Trillo al frente, invirtió un millón de euros en conectarnos con la tubería del pantano de La Viñuela, y por suerte, dejamos de tener problemas con el abastecimiento de agua.

-¿Qué otras actuaciones importantes se han llevado a cabo durante estos últimos años?

-Hemos hecho muchas, porque todo el dinero que llega de los fondos del antiguo PER, lo que ahora se llama el AEPSA, lo destinamos a crear empleo, y todas las obras las hacemos siempre por administración, directamente gestionadas desde el Ayuntamiento. En 2010 inauguramos un tanatorio con dos salas, en el que se invirtieron 400.000 euros. Hemos construido un paseo de la salud, que va desde el cruce de la carretera de Olías, a lo largo de un kilómetro, que costó 100.000 euros. Luego está la piscina municipal, que inauguramos antes de las últimas elecciones, que costó 600.000 euros, con fondos de la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento. En los tres diseminados de Totalán han sido asfaltadas las calles y se ha colocado la iluminación. Construimos una torre de origen árabe, para recuperar la historia de la torre del violín, de la que hablan las crónicas de la guerra de los moriscos. Tenemos además una guardería, un gimnasio, el lavadero y la Casa de los Hermanos Papalos, que hace las veces de centro de exposiciones y sede cultural.

-¿En qué proyectos están ahora inmersos, a pesar de la crisis?

-Acabamos de inaugurar este pasado viernes la remodelación del cementerio, y una nueva capilla en su interior. Hace pocas semanas estrenamos también una pista de pádel, con fondos de la Diputación. Y luego está nuestro proyecto más ambicioso, el parque de Lo Tío Miguel, justo a la entrada del pueblo, donde estamos construyendo un gran aparcamiento en superficie, con zonas ajardinadas, en el que se van a invertir en total más de 800.000 euros, porque se ha hecho sobre el embovedado de un arroyo. Para el próximo año tenemos concedida una subvención de la Diputación de 425.000 euros, que se suman a los 480.000 que hemos invertido.

-¿De qué vive la gente? ¿Hay mucho paro? ¿Se nota la crisis?

-Sí, la crisis se nota y bastante, aunque intentamos ayudar al máximo número de vecinos que no tienen trabajo. De todas formas, en los pueblos la gente vive con muchas menos necesidades, ya que no se suelen tener hipotecas y no hay tantos gastos. Y luego casi todo el mundo tiene un campo, donde cultiva olivos o almendros y huertos de vegetales, que son siempre una ayuda para poder comer.

-¿Cómo es la situación financiera del Ayuntamiento?

-Bastante buena, porque hemos hecho una gran gestión en este aspecto. No tenemos deudas con bancos, tan solo un crédito de unos 100.000 euros, con el que nos acogimos al plan de pago a proveedores que impulsó el Gobierno central para abonar las facturas pendientes de años anteriores. En nuestro caso, esta cantidad era por la parte que nos correspondía de algunas obras como la piscina.

-¿Han tenido muchos problemas con las viviendas en el campo?

-No, la verdad es que la presión del turismo residencial no se ha notado en Totalán, quizá porque hasta hace solo cuatro años no teníamos garantizado el suministro de agua las 24 horas del día, aunque no hubiera sequía. Luego se han construido algunas viviendas rurales, pero con todos los permisos de la Junta.

-¿Cuál es el mayor reclamo de Totalán en cuanto a sus fiestas?

-La Fiesta de la Chanfaina, que este año llega a su novena edición, y que siempre se celebra el último domingo de noviembre. Este año será el día 24. Este es un plato típico del pueblo, a base de patatas aliñadas y embutidos. Es un nombre que suena bien, y que ha servido para dar a conocer el pueblo en toda Málaga. De hecho, hasta hace unos años la gente no sabía ni situarnos en el mapa.

-¿Qué le parece la reforma de la Administración local del PP?

-Muy mal, fatal, porque creo que no están siendo justos con los pequeños municipios como el nuestro. Soy partidario de que hay que hacer reformas, pero no se puede tratar a todo el mundo por igual. Hay que analizar cada caso, y si un ayuntamiento no está bien gestionado y tiene deudas, independientemente del tamaño que tenga, pues que se le intervenga.

-¿Tiene ya claro si volverá a presentarse a la reelección en 2015?

-No lo tengo decidido aún. No es porque esté cansado ni desencantado con la política, sino que yo tengo mi trabajo, soy enfermero, y no me considero un político, sino un gestor. Por suerte, tengo un gran equipo de profesionales y empleados en el Ayuntamiento, que me ayudan a sacar el día a día adelante sin problemas.