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Vértigo. Las atracciones que proporcionan emociones fuertes son del agrado de muchos malagueños. :: ÁLVARO CABRERA
Feria

Un recinto ferial a prueba de emociones fuertes

La zona de atracciones del Real de Cortijo de Torres, epicentro de la noche para un amplio público de todas las edades

POR IGNACIO LILLO

Lunes, 26 de agosto 2013, 14:06

La noticia de que había ocurrido un accidente en una de las atracciones infantiles corrió de boca en boca durante la noche del miércoles, convertido en rumor que se iba haciendo más y más detallado, aunque también más irreal, conforme se expandía de caseta en caseta. Por suerte, muchos ciudadanos tienen ya móviles con Internet y apenas media hora después del suceso (porque algo realmente ocurrió, aunque mucho menos de lo que se decía) la web de SUR.es ya tenía la noticia en portada, con los principales datos contrastados. Y la verdad es que fue un susto, pero sin mayores consecuencias. El hecho es que un cochecito de un scalextrix infantil descarriló y causó heridas leves a los tres niños que iban a bordo, con el consiguiente ataque de nervios para los familiares que los vieron volcar. La Policía Local lo clausuró y la atracción volvió a abrir el jueves, tras someterse a una inspección municipal

Al margen de la anécdota, la realidad es que la zona de los cacharritos fue durante toda la noche y hasta bien entrada la madrugada un auténtico epicentro de la fiesta, con calles abarrotadas y colas para probar las máquinas más radicales. La imagen contrastaba a la misma hora con la de muchas casetas de la zona familiar, que se veían flojas de clientes. Estos elementos están consiguiendo ese anhelo de las peñas y colectivos con presencia en el Real, de ver juntos en el mismo espacio (en su caso, las casetas) a padres con carritos, adolescentes y personas de mediana edad, aunque aquí de lo que se trata es de vivir emociones fuertes, unos, y la sonrisa de sus hijos y nietos, los otros.

Oportunidad efímera

La capital cuenta estos días con un parque de atracciones tan completo como efímera será su estancia. Son casi un centenar de mecanismos, con una gama de sensaciones amplia en la que además no hay trampa ni cartón: a la vista de las caras de los viajeros y de las evoluciones del aparato, nadie puede decir que no sabía a lo que se arriesgaba cuando compró la entrada.

Fernando Bañul, miembro de una familia de cinco generaciones de feriantes especializados en atracciones, traza una radiografía de este apartado de la feria: «Hay público que le gustan los aparatos de riesgo; y otras personas que prefieren las más familiares». A lo que se suma una zona de juegos infantiles y las pistas de coches de choque, una atracción de toda la vida que, paradójicamente, está entre las preferidas por los adolescentes. Cada una tiene presente en la taquilla las normas para poder subirse, según el 'riesgo, entre comillas', puntualiza este experto. En las más extremas no pueden participar mujeres embarazadas, personas propensas a padecimientos cardiacos ni niños por debajo de 1,20 metros de altura. Sobre la edad, queda a expensas de la autorización de los padres.

Reconoce que los resultados económicos no son malos, aunque se sufre la crisis y la retirada de los festivos también afecta. Para compensar, los feriantes han bajado los precios. Y a la vista está que los malagueños no tienen miedo al reto que se les plantea, y aguardan pacientemente colas, por momentos largas, para poder decir que se han montado en el 'Gigant XXL', una especie de molino con dos largas aspas y la gente sentada en ambas puntas, que llena cada turno de adictos a la adrenalina. Lo mismo ocurre con el 'Extreme', una atracción que realiza múltiples giros en el aire. Aunque sin duda el más duro es el 'Tirachinas': una bola con solo dos plazas que, como su propio nombre indica, es lanzada al cielo cogida solo por dos largas gomas, con una experiencia similar al 'puenting'. Bañul añade que en Málaga gusta mucho 'El ratón vacilón', una especie de montaña rusa con chorros de agua en la que se suben juntos padres, niños y abuelos. Y para los románticos siempre quedará la noria panorámica, que ofrece unas vistas nocturnas espectaculares de la capital.

Elección de la reina

En la agenda social, el jueves de madrugada todas las miras estuvieron puestas en el auditorio de Los Prados, donde se celebró la gala de elección de Reina y Míster de la Feria. Al cierre de esta edición todavía continuaba el espectáculo y no se conocía aún el veredicto del jurado.

La sesión de tarde de ayer en las calles del real estuvo mucho más concurrida que en los días precedentes. Numerosas casetas estaban a tope en la zona de marcha (la más cercana al arco del teatro Echegaray) y en otros puntos del recinto ferial. También la de Europa Baila, en la calle de la juventud, se encontraba a rebosar de adolescentes. Grupos de jóvenes hacían botellón ya desde las cinco y media de la tarde, en la parte más cercana a las casetas del espacio habilitado para ello en el 'parking' del Palacio de Ferias. Un fenómeno habitual de madrugada pero no a esas horas.

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