Al Barcelona solo le falta un punto

Pep Guardiola cumplió con su palabra de no reservar a ningún jugador de salida. No solo porque la victoria del Madrid en Sevilla obligaba a sumar los tres puntos para no dar más vida al eterno rival, sino porque se trataba de un derbi que siempre hay que ganar en el Camp Nou para evitar que los 'pericos' se burlen de los 'culés' durante unos días. Además, por si el entrenador azulgrana tenía alguna tentación de dar descanso a algunos de los que se dejaron la piel en la Liga de Campeones, el precedente de Anoeta, donde la Real Sociedad se impuso 2-1 a un equipo repleto de suplentes, no invitaba a ser aventurero. Solo la inclusión del central canterano Fontás en el lateral izquierdo desentonaba un poco, pero al de Santpedor no le quedaba otra porque Maxwell, Adriano y Gabi Milito siguen lesionados, Abidal todavía no está para jugar 90 minutos y a Puyol solo le queda físico para la final del 28 de mayo en una temporada marcada por sus lesiones. Pero pese a la presencia de los 'cracks' en el once, al Barça le costó cogerle el pulso al derbi.

El Espanyol arrancó extramotivado por sus aspiraciones europeas y por las ganas que siempre le tiene a su rival de la ciudad, más todavía tras el 1-5 de la primera vuelta. En los primeros quince minutos, el equipo de Pochettino, que saca petróleo de su cantera también en una campaña con muchas bajas, consiguió lo que pocos han logrado: discutir la posesión al conjunto azulgrana e incluso intimidar primero con un lanzamiento de falta de Callejón.

Busquets aparece

Pero cuando Sergio Busquets se adueñó de la zona central, Xavi e Iniesta encontraron el espacio para conectar con Messi y las ocasiones comenzaron a llegar. Kameni evitó el gol con dos buenas intervenciones en remates de Pedro e Iniesta antes de que Messi disparara demasiado cruzado con poco ángulo. El gol se masticaba y llegó en el minuto 29. Iniesta aprovechó una indecisión de Galán, encaró a Amat y fusiló a Kameni con potencia y colocación. Fue un gol de fe y calidad del mejor jugador del encuentro. Hasta el descanso ya fue un vendaval barcelonista sin el premio del segundo gol. Villa falló de forma increíble solo ante Kameni una excelente combinación colectiva, y el portero camerunés volvió a poner una mano milagrosa en un centro chut de Pedro.

El Espanyol lo había intentado cambiando a Callejón de banda para presionar al menos experto, Fontás, y Pochettino dio entrada a Luis García por Iván Alonso. Pero todo el plan blanquiazul se fue al traste en dos minutos. Pedro rozó el 2-0, pero Kameni lo impidió. Lo sacó Xavi, y Piqué cabeceó a la red superando a Raúl Rodríguez. Aunque quedaba casi toda la segunda parte, fue una sentencia. El tercero no llegó porque los de Guardiola abusaron de hacerlo demasiado bonito, pero con el «¡Campeones, campeones!» sonando en la grada ya valía todo.