Las 'fusiones frías' entre cajas de ahorro durarán al menos diez años

El Banco de España y otros organismos, incluido el Gobierno, han urgido en los últimos tiempos mensajes a las entidades a no retrasar el nuevo marco financiero nacional para, precisamente, poder tener claro el terreno de juego y que el crédito y la actividad regresen a la normalidad. La patronal de las cajas, la CECA, se ha mostrado muy interesada en las SIP.

Entre las disposiciones del real decreto destaca que las cajas que se unan en una SIP deberán aportar a la sociedad cabecera el 40% de sus recursos propios y el mismo porcentaje de sus beneficios. Los socios de una SIP -que no es más que un contrato entre entidades que puede ir o no al FROB- deberán permanecer en ella al menos 10 años. Esa sociedad matriz, que Economía ve complicado que tenga la forma de otra caja, deberá pedir al Banco de España un informe de neutralidad fiscal que el regulador encargará a la sección de Tributos del Ministerio de Economía. Otra novedad es que se adherirán al Fondo de Garantía de Depósitos de las cajas.

También se reducen algunos plazos relativos al FROB, como aquellos que se requieren cuando una entidad con problemas recurre al fondo o el que tiene el departamento de Elena Salgado para negarse a prestar ayuda en caso de intervención. En el caso de que el FROB vaya a comprar cuotas participativas, se sustituye por un único informe los dos documentos de análisis que hoy exige la ley.

También dentro del ámbito financiero, el real decreto permite que los fondos de titulización de activos se conviertan en titulares de los inmuebles, derechos y cantidades resultantes de los remates hipotecarios de los que son titulares como consecuencia de su titulización. Esto se hace, según Economía, para dar más seguridad jurídica a esos fondos, que hoy tienen problemas para vender activos.