La Universidad de Málaga presume de sus mejores estudiantes

Encabezados por la primera alumna en conseguir un 14, la nota máxima en selectividad, María Cuadrado –que estudia Traducción e Interpretación–, y otros siete compañeros con notas por encima de 13,8. Dos estudian Medicina, dos el doble grado de Matemáticas e Informática, y el resto Tecnologías Industriales, Bioquímica y Derecho. Dos estudiantes, Paula Alamino y Álvaro Alonso, no acudieron al acto por encontrarse de viaje.

De los ocho que acudieron al acto, todos son de Málaga o provincia y José Antonio Castro, natural de Cabra, escogió la UMA «por cercanía», y está muy satisfecho de su elección. Estudió en el IES Aguilar y Eslava de Cabra y llegó a la UMA con un 13,875. Vive en un piso, cerca del campus, y se muestra encantado de su relación con compañeros y profesores. Además, este primer curso lo ha terminado «muy bien». También estudia Medicina Alberto Sánchez que «con esfuerzo» ha aprobado todo. Las prácticas «incitan a seguir estudiando», afirma. Estudió Bachillerato en el IES Ciudad de Coín, donde fue Matrícula de Honor por su 10 de media.

En cambio, Valeria Castro tenía esperanza de aprobar todas las asignaturas del doble grado de Matemáticas e Informática, pero le ha quedado alguna. Estudió en el IES Litoral y su nota de selectividad fue de 13,895. «Sabía que había escogido una carrera muy difícil», reconoce, algo resignada. Juan Robles estudia este mismo doble grado y del primer cuatrimestre le quedó una. Acaba de terminar los exámenes del segundo y «tengo muy buenas sensaciones«, afirma. De siempre le habían gustado las Matemáticas y su profesor le animó con el doble grado. Estudió en el San Estanislao de Kostka y consiguió un 13,95 en selectividad.

Salma Herrera, que fue alumna del colegio El Limonar, estudia Bioquímica y ha notado «mucho cambio» respecto al instituto. «No me lo esperaba así, ha sido muy drástico», reconoce. Eligió Bioquímica porque tiene el deseo de ayudar a los demás a través de la investigación y la ciencia. Marta Verjano, alumna de La Asunción, es de las pocas chicas en Tecnologías Industriales, una carrera que le está gustando «cada día más». Echa en falta a compañeras, porque «la diversidad es buena para la escuela y para el futuro de la sociedad», asegura.

Antonio Joaquín Díaz ha sacado todo matrícula de honor en Derecho. Le gusta ayudar a sus compañeros, que lo reclaman para los trabajos en grupo. Estudió en el IES El Chaparil, de Nerja. Asegura que el derecho le apasiona desde pequeño porque su ilusión es ser abogado. Este curso ha estado en una residencia, pero el próximo se cambia a un piso porque su hermana se traslada a Málaga, a estudiar en su caso Educación Primaria.

María Cuadrado, la mejor nota de selectividad del año pasado, está «encantada» con su carrera, Traducción e Interpretación. «No pensaba que iba a aprender tanto sobre temas que me van a servir como escritora, que es mi pasión», asegura la joven, que protagonizó la anécdota del acto por su retraso «por el atasco de tráfico». Vive en Fuengirola. En el primer cuatrimestre ha tenido todo matrículas y en este segundo «seguro que cae alguna». Se muestra encantada de la universidad, donde se lo está pasando «mejor que en el instituto».

El vicerrector de Estudiantes, José Francisco Murillo, aseguró que contar con estos alumnos tan brillantes «es un orgullo para nosotros», y mostró su agradecimiento por el hecho de que hayan elegido la de Málaga como universidad en la que realizar sus estudios. Murillo Mas ha asegurado que estos jóvenes son el ejemplo de que el nivel académico en España «sube cada año de una manera imparable». También les ha animado a que, además de estudiar, participen de la amplia oferta cultural, de ocio, de emprendimiento o de acciones solidarias que lleva a cabo la Universidad con el objetivo de que «además de grandes profesionales, el día en que os graduéis seáis también unas excepcionales personas».