La estudiante con mejor nota de selectividad es de Fuengirola y quiere estudiar Medicina

Ana dice que saltó de alegría y lloró de emoción cuando ayer tarde el vicerrector de Estudiantes, Juan Carlos Rubio, les comunicó la noticia. «Habló con mi madre, y cuando ella me lo dijo no podía creerlo. Saltamos y lloramos de alegría, muy emocionadas porque no dábamos crédito a lo que le dijo el vicerrector. Hice un buen examen, pero siempre te queda la duda de haber cometido algún fallo y ser la mejor entre todos los estudiantes de selectividad es algo muy emocinante», comenta a primera hora de la mañana de este jueves, a los pocos minutos de que los estudiantes recibieran en sus móviles su nota de selectividad desde el servicio de Acceso de la UMA. Por la noche, Ana salió a celebrar la buena noticia con sus padres, Francisco José y Ana María, y un primo, «que es como un hermano».

De los exámenes de la semana pasada dice que fueron «bastante accesibles en comparación a los de años anteriores». Una idea que confirman los datos estadísticos de esta PEvBAU: han aprobado el 97,6% de los estudiantes, con una nota media de 7,15 en el examen de selectividad.

Ya en cuarto de Secundaria se planteó una profesión que tuviera un contenido de servicio público. Y entre las posibles, Medicina es la que más se ajustaba a ese interés de la joven. Sabía desde entonces que no sería un camino fácil: Medicina está año tras año entre las carreras que exigen una mayor nota de acceso (13,09 fue la nota del último alumno que se pudo matricular este curso en la UMA). «He tenido que esforzarme un montón, porque tienes que tener una disciplina, estudiar a diario, poner todo de mi parte para llegar a la máxima nota», dice.

En este camino ha tenido el apoyo de sus padres, profesores y compañeros, que le han ayudado a resolver dudas, facilitarle apuntes o explicarle alguna cuestión que ella no tenía muy clara. Reconoce que ha pasado por momentos de «agobio» y que incluso llevando todas las asignaturas al día «supone un esfuerzo y un sacrificio».

Ana tiene algunos familiares médicos, aunque no sus padres. Su tío es el oncólogo malagueño Antonio Rueda. Su primo, con el mismo nombre, también es oncólogo y un primo por parte de madre está en quinto curso de Medicina. A ellos achaca su debilidad por esta profesión, por lo que tiene de ayuda a los demás. Sus padres estudiaron Psicología. Francisco José es funcionario de la Diputación y Ana María tiene una floristería en Fuengirola. Ana es hija única.

A Ana le esperan ahora unas semanas de tranquilidad y descanso después del gran esfuerzo realizado. Ya está dando clases para el carnet de conducir. Aunque a la universidad se desplazará en transporte público, o en coche con compañeros, pues piensa seguir viviendo en Fuengirola.

Escuchar música, el cine y, sobre todo, el baile, son sus grandes aficiones. Precisamente el baile ha sido uno de los sacrificados este último año de Bachillerato. Practica desde pequeña flamenco y danza española, y este último curso ha tenido que hacer un paréntesis. También se quedó en casa cuando sus padres han realizado un viaje al norte. «Son pequeños sacrificios que hay que hacer para alcanzar tus objetivos», reconoce.

Entre sus aficiones, además del baile, la lectura y la música. Dice que tiene gustos muy heterogéneos, desde Alejandro Sanz y Niña Pastoria a U2 o The Queen. Aficiones al rock y al cine que comparte con su padre.

Vacaciones en familia y un viaje a Conil con las amigas son los próximos proyectos antes de hacer realidad, en septiembre, su sueño, ser una estudiante de Medicina en la Universidad de Málaga.