El futuro de la UMA se decide ahora: las cuatro visiones para la Universidad que viene
Olga Guerrero, Juan José Hinojosa, Ernesto Pimentel y Teodomiro López confrontan sus programas de gobierno en un debate emitido por 101 TV y SUR.es
Cuatro visiones diferentes para el futuro de la Universidad de Málaga. Los candidatos a rector de la UMA han tenido la oportunidad de confrontar sus ... programas de gobierno en un debate emitido anoche por 101 TV y SUR.es, un programa especial de 'La Alameda', que dirige Manolo Castillo, director de SUR.
Los candidatos ofrecieron su particular visión de la Universidad, analizaron su situación actual y expusieron algunos de los puntos más destacados de sus respectivos programas en un debate dinámico, en el que los candidatos se intercambiaron reproches en cuestiones como su participación en los equipos anteriores o su responsabilidad en acciones de gobierno que, por ejemplo, han llevado a la actual situación financiera, que todos consideraron es muy delicada. Preguntados expresamente por la situación política actual, todos defendieron la libertad de expresión, la universidad como lugar de debate y difusión del conocimiento, pero no quisieron dar una opinión personal. También discreparon en la posición de la UMA en los 'ranking' y en la forma en que se mide y asimismo mostraron diferentes puntos de vista sobre el papel que puede jugar la universidad en la formación profesional.
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Los cuatro candidatos coincidieron en bastantes cuestiones: la necesidad de un cambio e impulso en el gobierno de la UMA, modificar el modelo de gobernanza, reducir la burocracia o en la oportunidad de sentar las bases de la UMA del siglo XXI con la obligatoria reforma de los estatutos.
Análisis crítico de la realidad
El primero de los bloques del debate planteados por el moderador se refería a un análisis de la situación de la universidad, las amenazas y oportunidades. Teodomiro López se mostró firmemente convencido de una universidad pública «fuerte y sobre todo generalista, en la que quepamos todos y seamos capaces de impulsar proyectos comunes entre las diferentes áreas». Dijo que el centro de su programa son las personas, los estudiantes, docentes, investigadores y personal, que «son los auténticos protagonistas de la UMA». Prometió un cambio en el modelo de gobernanza «donde prime la transparencia y el debate y las decisiones se tomen por consenso». Y aseguró que su equipo de gobierno estará desligado de cualquier adscripción política: «será un equipo eminentemente académico, que nos permitirá negociar con las administraciones desde la independencia».
Olga Guerrero se propone situar a la UMA «entre las 500 mejores universidades del mundo». Para ello, con su equipo de colaboradores ha diseñado un programa que pone el énfasis en la docencia, que se debe abrir de manera decidida a las nuevas tecnologías, con un plan integral que incluye un mapa de titulaciones acordes a las necesidades del entorno socioeconómico o medidas para prevenir el fracaso escolar. «Pienso en una comunidad universitaria más feliz, con una vida saludable y en la que se pueda conciliar, medidas que con seguridad mejorarán el rendimiento de los trabajadores», dijo.
Universidad generalista
Para Ernesto Pimentel, el carácter generalista de la UMA «debe ser una fortaleza y es algo que debemos explorar». Cree en una universidad «abierta, con alta capacidad de innovación y un elevado grado de internacionalización, que pueda crear consorcios con otras universidades europeas, pero atenta a las necesidades de nuestro entorno». Pimentel se mostró preocupado por el envejecimiento de la plantilla de personal y docentes y dijo que uno de los grandes retos de la UMA es el de «retener el talento» y conseguir dar estabilidad a estos profesionales.
El decano de la Facultad de Derecho, Juan José Hinojosa, aseguró que el modelo actual «está agotado», que la UMA necesita un nuevo sistema de gobierno y que «no hay que tener miedo al cambio». Coincidió con sus compañeros en que la próxima renovación de los estatutos será una buena oportunidad de mejorar los sistemas de gobernanza y dijo que la UMA debería planificar su posicionamiento a nivel internacional y potenciar el papel de los alumnos, para que «no pasen por la universidad como si fuera una academia». Pero este nuevo modelo exige renovación: «el presente es el que es, es un buen presente, pero que se agota». Y advirtió que una de las grandes amenazas de la UMA es «la desidia, la inercia, la continuidad y el inmobilismo».
Los candidatos coincidieron en la necesidad de cambiar el sistema de gobierno o en reducir la burocracia y la reforma de los estatutos
La posición de la UMA en los 'ranking' internacionales suscitó momentos de debate y réplicas por alusiones de unos y otros candidatos. Olga Guerrero señaló que la posición en estas clasificaciones es importante a la hora de captar proyectos internacionales. Teodomiro López propone la creación de una oficina de indicadores que suministre a las agencias la información oportuna para realizar sus clasificaciones, una idea en la que coincide Ernesto Pimentel. «Profesionalmente me sitúo en el ámbito del análisis de datos, por lo que considero necesario hacer esa prospectiva para tomar decisiones objetivadas», afirmó. Por su parte, Juan José Hinojosa considera necesaria una estrategia sobre posicionamiento, aunque advirtió que algunos «se hacen a demanda, pagándolos», por lo que muchos de sus resultados «hay que tomarlos con cautela».
La afirmación de Hinojosa sobre el modelo «agotado» de la UMA suscitó también un debate cruzado. El decano de Derecho aclaró a sus compañeros que se refería al «modelo de gestión». Aún así, Teodomiro López se mostró «enormemente orgulloso de la UMA, porque en muchas líneas y áreas estamos en la frontera del conocimiento. Tenemos muchas cosas por hacer, pero tenemos que estar orgullosos de lo que ha significado la universidad para Málaga en estos 50 años de existencia». Olga Guerrero también mostró su orgullo por pertenecer a la comunidad universitaria, aunque añadió que «no hay que caer en la autocomplacencia y es el momento de ser críticos para tratar de mejorarla».
Los problemas económicos que atraviesa la UMA (recientemente se aprobó una modificación presupuestaria para poder pagar las nóminas que quedan este año) centró otra parte importante del debate. En este sentido, Olga Guerrero propone «una mirada al presupuesto para hacerlo más eficaz». Considera que hay que gestionar «sin derroches» y de una manera más eficiente, para lo que sería necesaria una «reformulación de las partidas presupuestarias en función de un plan estratégico». Al mismo tiempo, dijo que de ser rectora «me patearé Málaga, Sevilla y Bruselas buscando financiación para mi universidad» y que el apoyo a los investigadores para que consigan proyectos nacionales o internacionales sería otra vía de ingresos importante.
Ernesto Pimentel cree que la causa de estos problemas económicos se deben a un «desajuste» entre ingresos y gastos como consecuencia de un modelo de financiación «fallido», que espera que el nuevo presentado por la Junta sea capaz de aplicar adecuadamente. Al mismo tiempo, cree que hay margen para «optimizar la gestión de los recursos».
Juan José Hinojosa, sin querer ser alarmista, sí considera que la situación «es delicada». Dijo que hay gastos «mal distribuidos», con un reparto que «en ocasiones no tiene en cuenta las necesidades de la universidad real, con un modelo de gestión vertical y anticuado», por lo que propone realizar una contabilidad analítica que ayude a optimizar el gasto.
Para Teodomiro López, el modelo de financiación «no alcanza a los gastos corrientes de la UMA», por lo que se mostró dispuesto a exigir a la Junta que la financiación alcance a cubrir los gastos reales.
Experiencia de gobierno
La participación en los equipos de gobierno de los candidatos fue otro de los puntos que generó debate y réplicas cruzadas. Fue el argumento utilizado por Juan José Hinojosa para destacar su independencia frente a los otros candidatos (Teodomiro y Ernesto han sido vicerrectores, ya dimitidos, y Olga sigue siendo vicerrectora adjunta), a los que mostró su «respeto y reconocimiento» por haber estado en puestos de gobierno. Teodomiro dijo sentirse «enormemente orgullosos de haber sido vicerrector de la UMA», Pimentel afirmó que la experiencia «debería ser una garantía para liderar la universidad del futuro» mientras que Olga Guerrero insistió en que como vicerrectora adjunta no tiene responsabilidades en el gobierno de la UMA.
Otro cuestión que suscitó opiniones encontrada fue la relacionada con el papel de la UMA en la FP. Educación no autorizó a impartir los ciclos solicitados desde la Fundación General y Olga Guerrero se mostró «totalmente en contra» de esta oferta formativa desde la Fundación General: «entramos en competencia con la docencia pública, ofertando en nombre de la universidad una enseñanza privada», advirtió. Por su parte, Ernesto Pimentel mostró sus dudas, pero sí dijo que deben incentivarse 'pasarelas' entre la FP y la universidad, y viceversa. También el profesor López Navarrete considera necesario «respetar el espacio» de la enseñanza pública.
Los candidatos también se pronunciaron sobre la llegada de universidades privadas. Pimentel aseguró que «no son competencia» para una universidad pública. Hinojosa afirmó no tener ningún «miedo» y López Navarrete dijo que no se entendería que una ciudad con el potencial de Málaga no tuviera universidad privada, pero advirtiendo que la universidad de referencia para Málaga debe ser sin duda la UMA. Por su parte, Olga Guerrero dijo que, ante la llegada de las privadas, «debemos tener la mejor universidad pública», pero al tiempo expresó su temor a que esto lleve a una menor oferta de plazas públicas, ante lo que dijo que «deberemos luchar por la igualdad de oportunidades».
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