Un verano interminable

Varios hechos inesperados han marcado la historia de esa transformación del Unicaja: la sorprendente dimisión de Carlos Jiménez, la gozosa vuelta de Manolo Rubia al puesto de director deportivo, la desagradable noticia de la lesión de Milosalvjevic y el agradable cambio de rumbo experimentado en el perfil de los fichajes con la llegada del internacional francés Axel Toupane, un alero que roza el primer nivel de jugadores europeos.

La fase inicial de la reconstrucción, bajo la dirección de Carlos Jiménez, mantuvo el tono de prudencia que ha presidido siempre la labor del madrileño, con la llegada de jugadores de sobra conocidos como Thompson y Gerun, además del serbio Avramovic, un escolta anotador. Ni frío ni caliente, todos seguíamos muy pendientes de quienes serían el resto de incorporaciones. Como era de esperar, la llegada de Manolo Rubia orientó el camino de los fichajes al mercado americano. Así llegaron el pívot Elegar, un hombre de 208 centímetros de estatura, fuerte como un roca, con un radio de anotación que se sitúa debajo del aro; el base Adams, con gran poderío físico y excelente juego a campo abierto, y Ejim, un polivalente alero, que juega también como 'cuatro,' capaz de alternar los lanzamientos exteriores con poderosas apariciones por encima del aro. En el comienzo de agosto, esas incorporaciones, con Guerrero y los cinco jugadores que permanecían desde el principio de la pasada campaña conformaban una plantilla definitivamente cerrada.

El ambiente que reinaba en la afición era de dudas, porque la mayoría de los nuevos jugadores eran desconocidos y entre los más conocidos, para Gerun parecía pronto y para Thompson tarde. Sin embargo, en el mes más caluroso del año todo empezó a cambiar. Por una parte, Internet y por otra los diversos informes con los que la prensa llenaba sus páginas en ese interminable estío fueron ayudando a que muchos llegaran a valorar la importancia de los hombres sobre los nombres, una norma de actuación que llegó con el cambio en la dirección deportiva del club y que afectaba a la incorporación de los tres americanos más desconocidos. Otro hecho que vino a mejorar mucho el ánimo de la afición malagueña fue la excelente actuación de Thompson como jugador más destacado de Costa de Marfil en el torneo internacional celebrado en Málaga, con acciones cargadas de frescor y calidad que, además, venían a confirmar las posibilidades del nuevo jugador del Unicaja en la posición de 'cuatro'.

Lamentablemente, cuando los malagueños íbamos camino de los fuegos artificiales en la inauguración de nuestra feria, conocimos la peor noticia del verano con la grave lesión de Milosalvjevic, un hombre de la máxima confianza de Luis Casimiro. Sin embargo, lo que son las cosas, en la respuesta del club malagueño a tan triste novedad llegó lo mejor del verano, con la incorporación de un jugador excepcional. Toupane es un alero nato, con capacidad para aportar en defensa y ataque, con buenas prestaciones en el tiro y el contragolpe, espectacular y elegante, con probada experiencia al más alto nivel competitivo, que eleva notablemente el valor de la plantilla y la ilusión de los seguidores.

Con el arranque de la pretemporada y el desarrollo de la Copa del Mundo hemos podido conocer mejor a los nuevos jugadores. Avramovic ha representado la primera gran noticia, ya que si mantiene un nivel aceptable de tiro exterior puede convertirse en un jugador de época en el cuadro malagueño. Otras impresiones que se desprenden de lo visto sobre el terreno es que el Unicaja ha mejorado mucho el apartado físico, lo que debería permitirle más intensidad defensiva, mejor transición, mayor presencia en el rebote y más eficaz protección de su canasta. Una segunda característica de la plantilla es su polivalencia, con muchos hombres que pueden actuar en más de una posición, lo que permitirá afrontar con menos daño las ausencias y, si Luis Casimiro quiere, jugar los partidos con menos hombres, lo que puede aumentar la confianza de un núcleo básico de jugadores. Sin embargo, todos estos comentarios no son más que conjeturas, ya que la conclusión más prudente es que no hay conclusión, ya que el equipo ha carecido hasta hoy de la necesaria jerarquización que establezca los correspondientes roles, imprescindibles en cualquier equipo que pretenda el éxito.

Por último, no quiero dejar de expresar mi sorpresa por la continuidad de Morgan Stilma como jugador número trece en una plantilla que va a concederle pocas oportunidades, al margen de que venga a cubrir las ausencias de jugadores cupo, pero no sé si puede alcanzar el nivel que necesita el Unicaja y me temo que este tampoco es el camino para que algún día lo consiga.