El Unicaja, único club de la Eurocup con la plantilla operativa para competir

El Unicaja comenzó hace una semana con los entrenamientos individuales y en los próximos días arrancará el trabajo en grupo. Los jugadores han estado dos meses confinados en Málaga porque el club 'ordenó' que se quedasen en la ciudad y esto ha sido clave para que la plantilla se haya podido mantener. Además, la intención de la Liga ACB de retomar la competición ha favorecido esta decisión. Como es lógico, esto tuvo un coste económico, pues el club abonó los sueldos al completo en el primer mes, aunque luego llegó a un acuerdo de reducción con la plantilla.

Otras ligas se fueron cancelando de forma progresiva y a los clubes les fue imposible mantener a los jugadores confinados, especialmente a los estadounidenses. Un ejemplo claro es el Reyer Venezia, rival del Unicaja en los cuartos de final de la Eurocup. El equipo italiano tiene a sus siete americanos en Estados Unidos, mientras que el esloveno Vidmar también se encuentra en su país. El club llegó a un acuerdo salarial con ellos y se espera que respondan en caso de que la Eurocup se active. Pero surgen muchas dudas, pues la Liga italiana fue cancelada de forma definitiva y tendrían que regresar a Europa, pasar la cuarentena y hacer la pretemporada para jugar, en principio, un solo partido, el que les enfrentaría al Unicaja. Así que el asunto tiene mala pinta.

Igual sucede en el caso del Partizán, el mejor equipo del Top-16 y que aspira a acoger esa hipotética Final a Ocho con la que se quiere cerrar la temporada. Desde Belgrado se apunta a que sólo uno de sus seis estadounidenses, Rashawn Thomas, sigue en la capital de Serbia. En igual situación se encuentra el Tofas Bursa, con siete estadounidenses, a los que el club turco dio permiso para regresar a su país. «No se les presionará para volver», indican fuentes turcas.

Si el Unicaja elimina al Venezia se medirá al ganador del Mónaco-Bolonia. El servicio de prensa del club monegasco confirmó ayer a SUR que ningún jugador de la plantilla se encuentra en la ciudad, mientras que en el conjunto italiano sus diez extranjeros se marcharon. Y la historia se repite en el Promitheas y el Unics Kazán, aunque en Grecia se han autorizado los entrenamientos individuales,.

Con este panorama es improbable que la Eurocup pueda terminarse esta temporada, y hay otro condicionante añadido. Si la Euroliga decide seguir adelante con el torneo, es probable que muchos de estos jugadores se nieguen a volver para jugar un partido y sin tener contrato garantizado para la próxima temporada. Si hay luz verde, el protocolo es el siguiente. Tres días para volver a cada ciudad, dos semanas de cuarentena y tres de entrenamientos con el comienzo de la competición fijado para el 4 de julio.

Lo mismo está ocurriendo en la Euroliga. Conjuntos como el Maccabi se han encontrado con que hasta cinco de sus estadounidenses se han negado a regresar para empezar a entrenar. Dirigentes de algunos equipos ya reconocen que será complicado acabar la Euroliga y la Eurocup por la distinta evolución del coronavirus en Europa.