Una excelente defensa individual, que se multiplicaba en las ayudas, permitió al Unicaja tomar la iniciativa, en el arranque del partido, frente a un Barcelona ... que dejó en el banquillo a algunos de sus mejores hombres. Defensa colectiva, buena selección de tiro y posesiones sin pérdidas fueron las constantes del equipo malagueño, que dominó en el marcador mientras estuvo ausente Mirotic. La habitual lucha de suplentes del segundo cuarto parecía desequilibrada, porque el Barcelona ponía en cancha a todos los jugadores importantes que habían comenzado el partido en el banquillo. El ataque local descansaba en Tomic y en acciones interiores, el del Unicaja en Brizuela y el tiro de tres. La defensa malagueña se fue desmoronando poco a poco y cada ataque local finalizaba con una canasta fácil debajo del aro o en la línea de tiros libres. El Unicaja, a pesar de anotar nueve triples con excelente porcentaje, llegó perdiendo al descanso.
El cuadro malagueño había hecho una buena primera mitad en ataque, pero necesitaba más presencia interior en los dos lados del campo. Tras el descanso lo consiguió y volvió a mandar con más protagonismo de sus hombres altos. A pesar de ello, Pesic, preocupado con la doble jornada europea de la semana que viene, mantenía a Mirotic y a Tomic en el banquillo para no sobrecargarlos. El Unicaja entró por delante en el último cuarto y, cada vez más seguro de ganar, amplió su ventaja hasta los doce puntos. Suárez dominaba a Mirotic y era el puntal de su equipo. La renta visitante era ya una amenaza seria para el Barcelona, que lo puso todo en juego. Luis Casimiro decidió defender su preciado botín con tres hombres 'pequeños' en el perímetro y aún rebajaría más la estatura de su quinteto al prescindir de los pívots.
Al final, un enorme triunfo de este Unicaja diferente desde la llegada de Brizuela, que ganó cómodamente en Barcelona, a pesar de encajar 95 puntos. La anotación no será un problema, con una rotación de jugadores más controlada, Brizuela uno más para sumar y suma mucho, Fernández aportando más a la dirección y Adams más seguro de escolta. Mientras entren los triples, todo irá bien
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