Toupane se queda en el limbo

La idea del Unicaja era que el jugador se personase en Málaga para ver cómo evolucionaba de la rotura parcial del tendón de Aquiles que sufrió en la Copa del Rey. El periodo de baja era de unos tres meses, que se cumplirán la próxima semana. El jugador se marchó a París con permiso del club justo el día antes de que se decretase en España el estado de alarma por la pandemia del coronavirus. Al mismo tiempo, Toupane comenzó a tratarse en el INSEP (Institut National du Sport, de l'Expertise et de la Performance), un centro de alto rendimiento al que acuden los deportistas de élite del país galo que está ubicado a las afueras de París y que también cuenta con una clínica que es la mejor de Francia. Pero, al estar confinado, no se tiene certeza de cómo le ha ido el tratamiento y de si se ha podido tratar.

El Unicaja le indicó que debía regresar a Málaga para unirse a los entrenamientos, ver cómo se encontraba y calibrar si puede volver a jugar, pues como el resto de sus compañeros prolongó su contrato con el club hasta que acabe la temporada; es decir, hasta que se juegue ese torneo diseñado por la ACB. Pero la cuarentena obligatoria que tendría que cumplir le impediría poder ejercitarse con sus compañeros, así que se ha quedado en tierra de nadie. ¿Debe volver para no poder moverse de su residencia? ¿Debe aprovechar para avanzar con la recuperación en su país? ¿Qué debe hacer?

El caso es que de momento no está en Málaga y se ha quedado en el limbo. El internacional galo, que ofreció en algunas fases de la temporada un buen rendimiento, es uno de los señalados para no continuar en el Unicaja la próxima temporada. Será su tercer equipo en las últimas tres campañas.