Una racha rota, un liderato perdido: ¿un camino mejor en la Eurocup?
Hay fiestas divertidas, fiestas de compromiso y fiestas que son un auténtico muermo. El baloncesto sin público es un huevo sin sal, que te lo ... comes porque tienes hambre, pero no sabe igual. El baloncesto sin público es una fiesta sin música en la que bailas sin ritmo y llegas hasta hacer el ridículo. Los silencios del Martín Carpena son estremecedores. Si al principio te conformabas con el ruido del balón, en una sensación extraña pero novedosa, ahora observas los asientos vacíos y la tristeza lo inunda todo. Al menos, la grada tenía el color de la solidaridad con Chicui sentado en miles de respaldos en una de las campañas navideñas que hacen grande al Unicaja, en esta ocasión colaborando con el Banco de Alimentos. Pero Chicui estaba inerte y frío, anonadado y solitario, sin esa mano que le balanceara para disfrute de los más pequeños. Le faltaba vida, como a este deporte sin la emoción añadida de sus aficionados.
En fin, que no nos terminamos de acostumbrar a ver los partidos sin la pasión que caracteriza al baloncesto. ¡Cuánto la echamos de menos!
El encuentro empezó con dos noticias de alcance para el desarrollo del choque: por un lado, la vuelta de Jaime Fernández tras tres semanas de baja, y además salió en el quinteto titular (luego sufrió un golpe y no jugó los últimos minutos); por otro lado, el Ratiopharm Ulm, que había viajado a Málaga con esperanzas de clasificación, comprobó antes de que el balón se pusiera en juego que su participación en esta Eurocup había concluido porque el Mornar Bar había ganado minutos antes en Pogdorica al Buducnost y le dejaba sin opciones. Es decir, afrontó el partido sin jugarse absolutamente nada.
Y así transcurrió el partido, sin la tensión necesaria, demasiadas faltas, demasiados tiros libres, demasiados fallos, demasiadas alternativas en el marcador… Como si ninguno quisiera ganar. Y no es que pongamos en duda el deseo del Unicaja en querer ganar, pero lo que es cierto es que la derrota frente al Ulm le lleva por un camino distinto al quedar segundo de su grupo en vez de líder, y afrontando un 'Top 16' aparentemente menos exigente, en los viajes seguro, que si hubiera quedado primero. En fin, cosas de las cábalas que siempre hay que tener en cuenta. Eso nunca se sabrá, la competición dictará sentencia a partir del 13 de enero.
Lo único cierto es que el Unicaja pone fin a su racha de 12 partidos seguidos ganados en casa en competición europea, pues no caía como local desde marzo de 2019.
Un detalle que viene a explicar en sí mismo el partido: el mejor lanzador de tiros libres del equipo, Bouteille, falló los tres que lanzó de una tacada. No fue el único, pues hasta cinco jugadores no hicieron pleno desde esa distancia.
En el rival dejó muy buenas sensaciones Osetkowski, autor de 25 puntos, y Caupain, con 20. Entre ambos lideraron el triunfo del conjunto alemán que se despidió de la Eurocup con un triunfo.
Mientras, Francis Alonso sigue en racha y esta vez se fue hasta los 22 puntos, después de lograr 27 el domingo frente al Real Madrid. Ayer además dispuso de muchos minutos, más de 31, el que más tiempo permaneció en pista de todos los que jugaron.
Este último encuentro de la primera fase de la Eurocup le permite a Waczynski superar a Carlos Jiménez y ya es el sexto jugador del Unicaja con más partidos disputados en competición europea. El polaco, que no se ha perdido un solo partido de la Eurocup, llega a 94 partidos vestido de verde en torneos continentales. Por delante solo tiene a Alberto Díaz, Fran Vázquez, Carlos Cabezas, Carlos Suárez y Berni Rodríguez.
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