Partido de baja tensión

Tres triples consecutivos de Meier dieron la primera ventaja al equipo polaco, lo que coincidía con las primeras rotaciones de Ibon Navarro. Que, además, ordenaba subir las líneas defensivas, con mayor presión al balón y dos contra unos en medio campo. Mientras tanto, el rival mantenía su defensa individual, con muchas ayudas desde el lado contrario al balón y pasando por detrás el bloqueo directo, concediendo mucho el tiro, lo que el Unicaja no aprovechaba, que junto al rebote defensivo le permitió al King Szczecin terminar el primer cuarto por delante y alcanzar los 21 puntos anotados, de largo su mejor parcial.

Taylor era el jugador más incisivo del Unicaja, con efectividad en las penetraciones que hacían daño al rival. Sin embargo, el equipo malagueño seguía sin encontrar su ritmo, corriendo sólo en ocasiones contadas tras rebotes o recuperaciones. Meier, que continuaba encendido desde la línea de tres, mantenía al King Szczecin a tan solo tres puntos al descanso.

En la segunda mitad, Taylor siguió buscando sus opciones, encontrando a Kravish en posiciones interiores. Los polacos intentaron frenar las transiciones rápidas de Perry, con faltas para evitar que el Unicaja pudiera ejecutar sus contraataques con facilidad. Sin acierto desde el triple, el equipo cajista confió en Kravish y Tillie para mantener la ventaja con puntos interiores.

Un tapón crucial de Balcerowski a Meier y un triple de Djedovic extendieron la ventaja a 15 puntos, aunque errores de concentración permitieron a los polacos acercarse de nuevo. A pesar de ello, el rival nunca llegó a inquietar realmente. El acierto de Barreiro, la constancia de Taylor, el trabajo de Kravish en la pintura y Balcerowski, con su buen rendimiento y exhibición de habilidades que sacaba al público de la atonía, sellaron un partido tranquilo.