Así se fabrica un partido de baloncesto en el Carpena

Los partidos han ido evolucionando a un espectáculo que trasciende lo meramente deportivo, cada vez más próximo a lo que sucede en la NBA, con una instalación cada vez más acogedora y dotada de los últimos avances técnicos: videomarcador, anillos led, vallas de leds en la pista, una televisión interna y una iluminación ajustable a cada acontecimiento. Lejos quedan los tiempos del pabellón de Ciudad Jardín cuando con un par de lonas y pancartas bastaba. Pero por mucha tecnología que intervenga, nada funciona solo. Una decena de empresas están implicadas en la organización, por lo tanto el baloncesto genera riqueza y, lo más importante, decenas de puestos de trabajo en la ciudad.

Se trata de un despliegue de personal y de medios para que diez jugadores intercambien canastas durante 40 minutos. A veces las cosas se dan como seguras, pero ¿qué pasaría si no hubiese pista? Es un elemento básico e imprescindible, y por ahí comenzaremos el recorrido. Siempre que el Palacio de los Deportes acoge un concierto u otro espectáculo es preciso desmontar y volver a montar el parquet de madera sobre el que se desarrollan los partidos. Se trata de un proceso complejo que dura unas siete horas y en que suelen intervenir unas ocho personas, en este caso personal de la empresa municipal Málaga Deporte y Eventos, que además aporta otras 17 personas entre limpiadoras, técnicos y jefe de servicio para cada encuentro.

Con la pista asegurada, en las oficinas de Los Guindos cada encuentro es precedido de una reunión en la que se planifica todo lo que sucederá antes y durante los partidos. Anuncios que serán ofrecidos, entrevistas, espectáculos, apagado de luces, música, y por supuesto, todo en coordinación con la Policía en materia de seguridad. Se elabora una escaleta que será seguida al pie de la letra una vez que se llegue al pabellón. Casi todo el personal del Unicaja participa en el montaje de los partidos repartidos por el Palacio en las taquillas, departamento de prensa, marketing, recepción, animación, mesa de anotadores, tiendas, coordinación, atención a los abonados, etc. El peso del correcto desarrollo de los encuentros recae sobre ellos y sobre los voluntarios que habitualmente colaboran con el club y que representan el grupo humano más grande que participa en los partidos. Suelen ser entre 70 y 80 y están repartidos por todo la instalación realizando diversas funciones, aunque habitualmente controlan los accesos a las diferentes gradas. Sin ellos, sería casi imposible la celebración de los partidos.

Parte clave también es todo el personal que se encarga del control de accesos al Palacio, función que el club malagueño tiene delegada en una empresa externa y que emplea a unas 26 personas. Sus funciones son muy amplias y claves en todo el espectáculo. Ellos son, por ejemplo, los que reparten las miles de revistas del club que los abonados encuentran en sus asientos. También se encargan de tener despejados los accesos si se produce una emergencia e instalan todas las publicidades de la pista, donde además se ocupan de los anuncios de las pantallas leds y el videomarcador. Por controlar, hasta se ocupan del silbato inteligente, un dispositivo conectado a la consola central que detiene el cronómetro del partido cuando los árbitros hacen sonar el silbato. El nuevo anillo led es controlado por otra empresa. Una vez finalizados los partidos también se ocuparán de desmontar todos los elementos de la pista, incluso las pegatinas, mientras que la limpieza corre a cargo de una cuadrilla de ocho personas, estas a cargo de la empresa que gestiona el Palacio.

El pabellón cuenta con una televisión interna, en la que trabajan otras nueve personas. Su señal es solo eso, interna, porque la retransmisión por algún canal corre a cargo de TVE o Movistar Plus, ambos precisan de un otro gran despliegue técnico apoyado en 50 efectivos más, entre realización, montadores, cámaras, presentadores, realizadores y demás personal, mientras que si el partido es ofrecido por la plataforma Yomvi, es de solo 15.

Comer y beber

Y claro, a las miles de personas que acuden a la instalación hay que darles de comer y beber. En los bares repartidos en el anillo intermedio trabajan 28 personas de la empresa Espectáculos Mundo, un contingente que varía en función de la hora y el tipo de partido. También está la opción más elitista, pues el Unicaja ofrece un catering privado a los usuarios de los palcos VIP con otras 20 personas trabajando en cada encuentro y que están atendidos también por 15 azafatas. Estos abonados pueden acceder además al denominado Tercer Tiempo que se desarrolla en la pista auxiliar tras los encuentros y en el que se mezclan con patrocinadores y empresas colaboradoras del Unicaja.

El círculo se cierra con la seguridad. Un total de 15 policías, algunos de paisano, se persona en cada partido, y desde hace algunos años, acompañados por dos perros policías que refuerzan su trabajo. El Unicaja, además asume el coste de la seguridad privada, con casi una treintena de agentes repartidos por todo el pabellón y que permanecen incluso hasta un tiempo después de la finaliación de los partidos. Una dotación de Protección Civil sirve de apoyo y una ambulancia con conductor, ATS y un médico siempre está preparada en caso de emergencia.