La amenaza se llama Markus y se apellida Howard

«¿Es Markus Howard el mejor jugador de la Liga ACB?», le preguntaron ayer a Ibon Navarro en rueda de prensa. «...Y de Europa», repuso el técnico vitoriano sin dudarlo. «Para frenarlo necesitaríamos un francotirador en la grada, pero no sé cómo, porque no pueden entrar armas de fuego», añadió en broma, y se atrevió a decir también que «el primer Larkin, el de hace años, no tenía su impacto en el juego. Si le pones como defensor un jugador pequeño y móvil se genera espacios para tirar. Si le pones a uno más grande te ataca el uno contra uno. Con alguien más atlético va contra él y encuentra equilibrio en el aire para tirar... Si Howard está inspirado va a ser muy difícil», sentenció, y lo cierto es que en su debut en la Liga ACB, precisamente ante el cuadro malagueño, ya hizo una demostración con 15 puntos y 6/9 en tiros de campo en sólo 8:27.

En su estreno en Europa el jugador de Nueva Jersey de sólo 23 años está maravillando. Formado en la Universidad de Marquette, máximo anotador histórico de su conferencia, pero sin ser elegido en el Draft de la NBA de 2020, no pudo triunfar luego en los Denver Nuggets, en los que actuó muy poco. Pero ahora en el cuadro vitoriano Darius Thompson, otro debutante en el Baskonia, dirige y Howard ejecuta, con un rango de tiro casi ilimitado. Aún se sigue recordando un triple que anotó al final al Valencia casi sin ángulo, en una posición inverosímil. Y si no, contra el cristal, o tras bloqueo, o driblando con un bote de prestidigitador. Su escasa altura le obliga a combar los tiros, de una estética simpar.

El norteamericano amenaza al Unicaja. En cinco de sus dieciséis partidos en la Liga ACB anotó 28 o más puntos. En los 30 ante el Casademont Zaragoza sólo necesitó 18:56 minutos, récord del torneo. También batió el registro histórico de triples en un solo partido del Baskonia al lograr nueve en la pista del Gran Canaria, último verdugo del Unicaja. Aunque es el tercer anotador de la Liga Endesa en promedio, por detrás de Shannon Evans (Betis y Valencia con 29:20 minutos) y Jerrick Harding (Zaragoza, en 25:45 en la pista), con 15,8 puntos, en realidad supera a los otros dos porque juega mucho menos, en la rotación muy medida de Joan Peñarroya, que no carga de minutos a los suyos ante un calendario tan intenso. Y es que Howard promedia 19:09, dos menos que en la Euroliga, donde sus números son similares. Un nuevo acierto de la secretaría técnica del Baskonia, que dirige Alfredo Salazar.

Howard se crió en una familia muy deportista. Su padre, Chuck, fue profesional en el fútbol americano y los dos hermanos, Jordan (en el Nápoles) y Desmond también jugaron al baloncesto, aunque el último montó una academia. Markus es muy religioso. Fue misionero en Costa Rica y no duda en afirmar que «mi fe es mi fundamento; mi juego en la pista es el reflejo de lo que Dios me permite».