Málaga enamora al baloncesto europeo
La Copa del Rey más larga de la historia aúna deporte y ocio y se salda con un rotundo éxito por la respuesta de la afición
Ha sido la Copa del Rey más larga de la historia y la de mayor éxito alcanzado desde que en 1984 se instauró este formato ... que luego ha sido emulado en un sinfín de países, incluido Estados Unidos, que lo ha adoptado para la NBA este año refrendando el acierto de este modelo aplicado solo al baloncesto. Málaga ha vivido una semana a un ritmo frenético que ha trascendido al deporte, ya que esta competición que organiza la ACB ha introducido novedosos cambios que ha querido experimentar en la capital de la Costa del Sol. Al aspecto competitivo, donde ocho equipos se juegan un título, ha unido el ocio, con conciertos diversos y en escenarios diferentes. Ha sido tal la magnitud del evento como la satisfacción final por cómo han transcurrido estos ocho días que marcarán una época.
El baloncesto tiene unas cualidades específicas sin parangón con otras modalidades, y la más importante es la de compartir la pasión sin importar los colores, por eso es factible y hasta necesario que aficiones de los ocho equipos participantes en el torneo más la del resto de ausentes se reúnan para expresar sentimientos idénticos, entre ellos, el más verdadero, el amor por este deporte.
Noticia relacionada
Un contundente Real Madrid reina en la Copa de Málaga (96-85)
La imagen del centro de Málaga el sábado a mediodía ha cautivado a propios y extraños, cuando miles de personas se reunieron para celebrar en comunión perfecta esa quedada que se ha mitificado con el paso de los años, pero que en esta ocasión ha adquirido tintes históricos por la multitudinaria participación, cuyo colorido -los de casi una veintena de equipos de toda España- dejó una estampa sin igual, a la que contribuyó el majestuoso recorrido desde la plaza de la Marina hasta la Plaza de la Constitución, con la calle Larios magnificando una representación como jamás se había visto. Un escenario ejemplar de belleza indescriptible.
Este periódico pudo constatar in situ el grado de satisfacción por el perfecto desarrollo de una Copa del Rey que ha tenido muchas singularidades respecto a las anteriores, entre las que se destacan el aspecto que presentaba el Carpena desde el primer día, cuando el asombro y la estupefacción se apoderaron de los organizadores por la masiva respuesta de los aficionados en un jueves que suele ser el día más flojo de los cuatro y cuando el pabellón presenta una peor entrada. Eso ha ocurrido siempre en todas las Copas, excepto en esta de Málaga, algo tan llamativo que se masticó entre los corrillos de todos los invitados, deportistas y aficionados.
La ACB ha introducido novedosos cambios en esta Copa que ha querido experimentar en Málaga, al unir ocio y deporte
Ese día ocurrió el único pequeño inconveniente, cuando un problema con el 'ticketing' retrasó cinco minutos la entrada de los aficionados por una de las puertas del Palacio, lo que provocó que en un abrir y cerrar de ojos las gradas presentaran un aspecto semivacío a de pronto verlas pobladas como nunca antes se habían visto en los torneos anteriores desde el pitido inicial de la primera eliminatoria de cuartos de final.
El otro punto de interés, quizás el más novedoso, que ha hecho que esta Copa de Málaga pase a la historia es la organización de conciertos ligados al torneo para extenderlo de los cuatro días a los ocho de esta edición. El domingo 11 de febrero comenzó oficialmente la Copa del Rey con la celebración en el Carpena del concierto de Lola Índigo, que deleitó a sus incondicionales y arrasó entre aquellos que tienen la diversión como acto de fe; y la respuesta fue increíble con más de cuatro mil personas bailando sin parar durante más de dos horas con canciones convertidas en himno entre adolescentes por edad y jóvenes por naturaleza, gracias a una granadina que se ha hecho un hueco en el panorama internacional. Fue el pistoletazo de salida a una semana de ensueño.
Dos días más tarde, en otro formato distinto y más minoritario, la Sala Antojo, en el Soho, acogió el concierto de Ipop el martes 13 y el de JaviyPAblo el miércoles 14, día que también comenzó la Minicopa que hasta la final se celebró en el pabellón José Luis Pérez Canca, también con un buen número de aficionados presentes en las gradas. El partido definitivo se celebró este domingo al mediodía en el Carpena y acudieron a verlo 4.739 espectadores, la segunda mejor marca histórica en una final de la Minicopa Endesa.
Una exposición de fotografías históricas de la Copa del Rey en calle Larios y variedades diversas en el Muelle Uno, la plaza de la Constitución y la plaza de la Marina (donde Endesa, Unicaja Banco y Movistar, entre otras firmas vinculadas estrechamente al baloncesto desarrollaron sus propuestas) han extendido por toda Málaga un acontecimiento que trasciende al deporte, encapsulado en un Carpena que ha vibrado como siempre con los siete partidos que culminan en un trofeo.
«Estamos muy satisfechos del desarrollo de esta Copa, ya que hemos llevado a cabo más actividades que nunca y todas han tenido una gran respuesta del público. No solo ha sido el impresionante aspecto que ha presentado el Carpena los cuatro días, es que la Fan Zone repartida por varios puntos ha tenido una gran respuesta del público, pese a la lluvia intermitente del jueves. Una vez más, Málaga no solo no ha defraudado sino que ha servido de banco de pruebas para futuras ediciones. Estamos muy contentos», afirmó a SUR una fuente solvente de la ACB. Idéntica impresión a la de Junta de Andalucía, Ayuntamiento de Málaga y Diputación, cuya apuesta por acoger por quinta vez en 23 años la Copa del Rey ha sido todo un acierto, demostrando una vez más la capacidad de Málaga para celebrar eventos multitudinarios a lo largo de todo el año.
Este éxito lleva a pensar que habrá más oportunidades para celebrar la Copa del Rey, aunque todo parece indicar que tardará unos años en volver a Málaga, ya que el próximo año pugnan Madrid y Las Palmas para acogerla, y en 2026 será Valencia la organizadora, según los rumores, para estrenar a lo grande el nuevo pabellón a punto de inaugurarse. Y luego siempre está Vitoria dispuesta a llevarse el torneo a tierras vascas, no en vano, es la ciudad que más veces ha acogido el torneo junto a Madrid y Málaga, un triángulo perfecto para una competición única en el mundo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión