«¡Más madera!»

De la secuencia de la película de 'Los hermanos Marx en el Oeste' en la que estos, para perseguir a los malos, ponen en marcha un tren que ha agotado su carga de carbón quemando madera, puede tomarse una verdadera metáfora de lo que estamos viviendo en estos tiempos de pandemia. Al grito reiterado de Groucho Marx en una de sus célebres citas (al menos en español), «¡Más madera! ¡Esto es la guerra!», sus hermanos van llevando partes del tren para quemarlas en la locomotora, hasta que ésta, a gran velocidad, los alcanza, aunque finalmente apenas queda casi nada de él.

Curiosamente en la película original Groucho se limita a gritar «¡Timber!», que es lo que claman los leñadores americanos para avisar de la caída de un árbol tras su tala. Y es que según parece fue Miguel Mihura el responsable de propagar esa frase, como probablemente otras más, ya que participó activamente en la traducción y doblaje al español de muchas de las películas de los Hermanos Marx. De tal manera que José Luis Borau, académico de la Lengua y prestigioso hombre del cine español comentaba que habría que decir que «los hermanos Marx eran Groucho, Chico, Harpo, Zeppo... y Miguel Mihura, que era más divertido que los hermanos Marx».

Al grito de «¡Más madera!», vamos navegando en esta crisis e intentando evitar el naufragio de nuestras vidas tal y como la conocemos hasta ahora. Más y más deuda, esquilmando ahorros y los recursos que nos quedan, ganando tiempo al tiempo, a la espera de que pase la pesadilla por aburrimiento del bicho o gracias a la llegada de la tan deseada vacuna que no sabemos cómo y cuándo vendrá.

Si la lucha del deporte profesional es total, no lo es menos y con mucho menos medios la del deporte base, en los colegios y del deporte amateur, para que puedan sobrevivir, aplicando los protocolos más eficaces posibles con pocos recursos pero, eso sí, con mucha voluntad. Hombres y mujeres empeñados en mantener la actividad deportiva a toda costa para disfrute de niños y mayores, asumiendo los mínimos riesgos posibles, tomando la actividad física y el deporte como un elemento capaz de generar beneficios saludables ya sean físicos, psicológicos y sociales suficientes para ser considerados factores de protección frente a los perjuicios que conlleva la situación que vivimos y como nos afecta a cada uno de nosotros.

Tests y más tests. Esa frase ya casi mítica de la OMS que quedará, espero que pronto, para el recuerdo es exactamente a lo que se vienen sometiendo un día tras otro los deportistas profesionales, que no sé como tendrán ya sus narices de tantos PCR a la que se ven sometidos cada semana. Cifras de récord para poder salvar así cada partido, cada jornada, la temporada y sus propias competiciones, si es que el maldito Covid-19 no lo impide.

Sin público, con mucho esfuerzo extra detrás de nuestros deportistas, que también debemos saber valorar y reconocerles, se están dando los pasos para vencer las dificultades, que nos son pocas, para poder seguir disfrutando de nuestro deporte favorito lo que también nos ayudará a todos a superar estos tiempos de zozobra.

¡Más madera! El deporte como un factor más a tomar en cuenta en la reconstrucción social y económica de nuestro país, reflejo de una sociedad dispuesta a darlo todo para salir de ésta y lograr recomponerse lo antes posible, para que el sufrimiento de muchos no haya sido en balde y porque la vida como el espectáculo deben continuar.