Braulio Medel retira la subvención de la Fundación al baloncesto y deja al Unicaja frente al abismo

Esto supone un golpe mortal para el Unicaja, que sólo mantendrá la aportación económica de Unicaja Banco, que al contrario que la Fundación, sí mantendrá su respaldo económico de unos 3,5 millones. El club tendrá que seguir adelante con esta última partida más lo que consiga reunir por la vía de los abonos, respaldo institucional, venta de entradas, publicidad y televisión. En términos genéricos, el presupuesto puede verse reducido a la mitad, lo que pone en peligro la viabilidad del actual proyecto deportivo en el que hay muchos jugadores con contrato para las próximas temporadas.

El consejo de administración del club fue informado ayer de la decisión del patronato de la Fundación Bancaria. La noticia fue un mazazo para los consejeros cajistas, aunque alguno de ellos estaban al tanto de la situación. En ese encuentro del consejo, Eduardo García presentó su renuncia como presidente y no se descarta que en los próximos días se produzcan más bajas.

Para entender la decisión de la Fundación Bancaria que preside Braulio Medel hay que explicar que esta entidad es la máxima accionista de Unicaja Banco. Debido a la pandemia del coronavirus, el Banco Central Europeo recomendó a los bancos no repartir dividendos y realizar un aprovisionamientos de fondos. De este modo, la Fundación no ha recibido dinero del Banco. Esto ya generó un problema grave en pleno confinamiento cuando el club se quedó sin liquidez para afrontar los salarios de los jugadores. En ese momento, el banco dio un paso al frente y asumió la totalidad del presupuesto para esta campaña, unos 9,5 millones de euros. Ahora, sin embargo, la Fundación, con Medel a la cabeza, ha tomado una decisión que pone al Unicaja y al baloncesto malagueño, porque el club de Los Guindos es la referencia en la provincia y en Andalucía, en una situación muy comprometida.

Es llamativo que en el patronato de la Fundación esté un representante de la Junta de Andalucía, el exárbitro internacional Antonio Jesús López Nieto, mano derecha del consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, y que respaldara esta decisión sin buscar alternativas con menos impacto tanto para la viabilidad del club malagueño como para la imagen y la misión de la propia Fundación. Además, en el Patronato están, entre otros, la vicerrectora de la UMA, Olga Guerrero; el asesor jurídico del Obispado de Málaga, Javier Arcas; el catedrático de la UMA, José Antonio Fernández García, y la empresaria Patricia Cid, que saben y son conocedores de la importancia del Unicaja en la estructura social y deportiva de la ciudad. Todos ellos, además de los otros ocho patronos, votaron a favor de acabar con el apoyo económico al equipo profesional de baloncesto. No obstante, esté periódico habló anoche con algunos de los patronos malagueños, que mostraron su malestar y desazón por el hecho de que no se les informara del impacto real que tendría para el club la decisión adoptada y que se diera todo por hecho, «sin ni siquiera tener posibilidad de debatir una decisión tan importante», explicó una de las integrantes del Patronato.

Del mismo modo, administraciones como la Junta de Andalucía o la Diputación de Málaga, con representación en ese órgano, estaban al tanto de la decisión tomada, por lo que en cierto modo, también son responsables de la misma.

Fuentes de la Fundación trataron de justificar la decisión adoptada y se explicó que esta tiene distintos frentes sociales, culturales y deportivos que tiene que cubrir con los fondos que se han visto afectados. «El hecho de no contar con los dividendos nos ha afectado y tenemos que abarcar otras necesidades para mantener la actividad que realizamos. Si ponemos el dinero sólo en el baloncesto tendríamos que dejar de atender cuestiones que también tienen una interés para la sociedad», se explicó.

De este modo, el panorama que se le presenta al Unicaja es muy comprometido, pues tiene a varios jugadores con contratos que ahora no sabe si podrá afrontar. El club de Los Guindos llegó a tener un presupuesto de 18,5 millones en la temporada 2006-2007 cuando alcanzó la Final Four de la Euroliga y que cerró el trienio mágico que abrió con el título de la Copa en 2005 y el de la Liga en 2006.