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UNA GRAN IGUALDAD

Miércoles, 5 de junio 2019, 00:20

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En estos partidos de 'play-off', además de la emoción por lo mucho que ponen en juego los equipos, existe un factor apasionante que estriba ... en los cambios tácticos entre un partido y el siguiente. Estos ajustes, como se denominan en el argó, corresponden normalmente al equipo que perdió el encuentro precedente, cuyos técnicos, con poca influencia en los errores y aciertos en los tiros de sus jugadores, necesitan ofrecer a estos un argumento diferente que les devuelva la confianza que hubieran podido perder. Así, la victoria malagueña del primer día tuvo su causa esencial en el acierto en los triples. Por eso Ponsarnau puso en escena en Málaga un plan de partido con más desarrollo interior que exterior, que consistió en abrir su defensa para dificultar los triples del Unicaja, y en ataque poner el balón insistentemente en manos de sus pívots. Para el partido de anoche le tocaba mover ficha a Luis Casimiro. La primera decisión del técnico manchego fue devolver a Roberts como base al quinteto inicial y desplazar a Fernández a la posición de escolta, en la que se esperaba que anotara algo más. También entró Shermadini, dos ajustes de naturaleza ofensiva. A pesar de ello, la anotación malagueña fue muy pobre en el primer cuarto, con sólo diez puntos, demasiadas pérdidas y muy escasa defensa. En el segundo cuarto el Unicaja se reencontró con el triple y eso le permitió dominar el parcial, aunque para remontar necesitaba más defensa.

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