El Unicaja femenino, ridiculizado en Murcia

En los compases iniciales del choque ambos conjuntos atacaron con excesiva velocidad y falta de claridad en sus ideas, lo que dio lugar a decisiones y lanzamientos precipitados. Tras esos dos primeros minutos repletos de imprecisiones, el cuadro local comenzó a anotar con relativa facilidad y amplió su ventaja a medida que pasaban los minutos, con un Unicaja que intentaba acercarse desde el tiro exterior, pero parecía misión imposible. Con el 13-2 en el marcador, Lorena Aranda pidió tiempo muerto con el fin de encontrar la solución para el equipo de la costa del sol, pero la tendencia no cambió ni un ápice y el período inicial se cerró con 20-2.

En el segundo cuarto, el conjunto malagueño trató de empezar a jugar por dentro y así dejar a un lado el abuso del triple que de nada le había servido en el primer parcial. Tras más de diez minutos sin anotar, era Ezeigbo la que situaba el 20-4. Aun así, la dinámica del partido continuó por los mismos derroteros. El Unicaja se mostraba incapaz de leer el encuentro en la parcela ofensiva pero tampoco en la defensiva, y se vio superado en todos los aspectos del juego. Con un triple de las manos de Salomé García que supuso el 25-9, el equipo entrenado por Lorena Aranda se acercó tímidamente en el marcador, pero fue un mero espejismo ya que su rival puso una marcha más para irse a vestuarios con un contundente 31-9.

En el tercer cuarto, el cuadro anfitrión mantuvo el baloncesto desbordante y ante las múltiples pérdidas de balón por parte de Unicaja, amplió de manera aún más contundente la diferencia (40-13). En el conjunto malagueño comenzó la impotencia de verse tan atrás en el marcador y a raíz de esto, Da Costa cometió una falta antideportiva y Jairis anotaba la serie de dos tiros libres (42-13), las malas decisiones en ataque se sucedían, mientras que el conjunto murciano continuaba en su dinámica de juego para mandar el partido al último cuarto ya totalmente sentenciado (50-15).

El último período arrancó totalmente descafeinado con dos minutos sin anotación por parte de ningún equipo, que se deshizo con un tiro libre anotado por parte del Jairis. Tras ver imposible la remontada, el Unicaja buscó jugar ataques más largos, con más inteligencia y con decisiones más acertadas en ataque. Destacó un bonito tiro en suspensión de Ezeigbo (54-24) aunque de poco serviría ya que el equipo murciano no tuvo ninguna compasión con su rival y no dejó de apretar el acelerador hasta el final para vencer con la mayor diferencia posible, hasta el final 66-30.