El Unicaja cae en Alcobendas y se complica la permanencia

Con la baja de Ana Pocek, Unicaja anotó la primera canasta del partido. Un espejismo. A partir de ese momento cayó preso del nerviosismo y del esfuerzo realizado en la última semana y media. No llevó bien los cuatro puntos que Alcobendas sumó como respuesta a esa acometida inicial, seguidos por un marcador contrario de 9-2 cuando habían transcurrido los cuatro minutos inaugurales.

Las jugadoras entrenadas por Lorena Aranda completaron un cuarto inicial plagado de imprecisiones, tanto en la elaboración de jugada como en el tiro exterior. Erraron todos y cada uno de los tiros de tres que intentaron en los primeros diez minutos, al contrario que su contrincante. El mayor acierto anfitrión, sumado a lo anterior, provocó que terminado el primer cuarto campara un contundente 20-8.

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El segundo período no mejoró la situación. En solamente tres minutos, el conjunto local infló esa ventaja a 20 puntos (31-11) gracias a sus continuos triples. El público presente en el Antela Parada gritaba “¡otro!” cada vez que una de las jugadoras de Alcobendas se disponía a lanzar desde más allá de la línea de 6,75. El disfrute local se tradujo en sufrimiento para Unicaja. Se vio totalmente superado por el segundo clasificado del Grupo B, a pesar de su victoria en la primera vuelta. Lo que comenzó como simple imprecisión evolucionó, por momentos, en desesperación. Las únicas buenas noticias residieron en las actuaciones de Ezeigbo y Matoso.

El descanso llegó de la mano de un doloroso 39-20 que no terminaría ahí. Las jugadoras locales metieron el dedo en la llaga y explotaron la fragilidad del conjunto malagueño. La desventaja alcanzó los 30 puntos y un ataque de orgullo la redujo en seis puntos, una vez concluido el tercer cuarto. Solo una auténtica heroicidad podía arreglar la empresa. A pesar de un final realmente bueno, no fue posible. El encuentro terminó con un 72-53 tan desfavorable como justo.