¿Por qué falló el plan de Ibon Navarro?
Entrenadores, aficionados y gente de baloncesto apuntan las razones de la derrota del Unicaja frente al Lenovo Tenerife
En las gradas del Carpena se sigue escudriñando las razones de lo que Ibon Navarro denominó como un fracaso. SUR pulsó la opinión de aficionados, ... entrenadores y gente relacionada de una u otra forma con el baloncesto para conocer el porqué de la derrota del Unicaja en la Copa del Rey, sin duda alguna, la gran decepción del torneo y la sorpresa que causó mayor impacto entre los asistentes. Hubo coincidencia generalizada, como aclaración primordial, en que este borrón no empaña lo más mínimo la trayectoria del equipo malagueño estas dos últimas temporadas, en las que se ganó la Copa, disputó la 'Final Four' de la Champions, la final de la Supercopa en Murcia y marcha segundo en la Liga a un solo triunfo de un sólido líder, el Real Madrid.
Más allá de las maldiciones que asolan a los anfitriones y el embrujo que persigue al Unicaja cada vez que ejerce de local, donde jamás levantó un título al abrigo de su afición, los encuestados por este periódico aportaron cuestiones técnicas, tácticas y mentales para argumentar la pérdida de identidad de un conjunto que no se mostró el viernes frente al Lenovo Tenerife como lo ha hecho estos seis últimos meses que le ha llevado a recibir elogios por doquier por el juego que desplegaba y la eficiencia y eficacia que desarrollaba durante los cuarenta minutos.
Bajo la condición sine qua non del anonimato, entrenadores de la ACB aventuraron una razón capital a la hora de afrontar el partido: el famoso plan de Ibon Navarro falló esta vez desde la base, en el sentido de afrontar esta Copa a largo plazo, es decir, jugar tres partidos en otros tantos días, y no contemplar el torneo como lo que es, a vida o muerte, partido a partido. «El error fue hacer partícipe a los doce jugadores cuando en encuentros así tú tienes que tener una base de seis o siete jugadores que son los que te deben sacar del atolladero cuando vienen mal dadas», afirmó esta fuente al referirse al reparto de minutos que tan buen resultado le está dando a Ibon Navarro esta temporada pero que resultó fallida el pasado viernes. «Es bien sabido que el partido clave de toda Copa es el primero, entre otras cosas porque si no ganas ya no hay más. En los cuatro encuentros de cuartos de final se demostró que los cuatro perdedores tuvieron opciones de ser los ganadores», en alusión a la igualdad que predominó esas eliminatorias resueltas por individualidades al final.
«Exceptuando Osetkowski, todos estuvieron mal, hasta el entrenador. No hay que darle más vueltas»
El nombre que más apareció en los razonamientos fue Osetkowski, el más acertado de los locales y sin embargo hubo cuatro jugadores que permanecieron más tiempo en pista que el californiano, para lo que no tienen explicación más allá de su defensa. Otro elemento discordante fue la decisión de prescindir de Lima, «un jugador que se faja en partidos trabados como el que se presuponía. Además, le hubiera dado un plus en defensa, la mayor carencia que exhibió el Unicaja».
Llegados a este punto, una frase de un alto dirigente de la entidad financiera sirvió de sentencia: «Exceptuando Osetkowski, todos estuvieron mal, hasta el entrenador. No hay que darle más vueltas. Nos quedan por delante muchas cosas bonitas y tenemos que aprovechar el buen momento en el que nos encontramos».
De todas maneras, no se le puede restar un ápice de mérito a un Lenovo Tenerife, que además de acertar en la estrategia, encontró a un Doornekamp que hizo el partido de su vida, como él mismo reconoció horas después, con 25 puntos sin fallo, hasta el punto de lograr la máxima anotación histórica sin errar ni un solo tiro de toda la historia de la Copa.
En cuanto al aspecto mental, un componente del club lo explica claro: «Estaban cariacontencidos, muy presionados, se les notó desde el principio. Tenían que haber salido a disfrutar de un partido muy bonito que llevamos mucho tiempo esperando. Creíamos que habíamos aprendido la lección de la 'Final Four' frente al Telekom Bonn, pero no fue así», y aporta un último detalle: «¿Tú viste que algún jugador animara al pabellón? Ninguno... Incluso Ibon Navarro no jaleó a la afición malagueña hasta el minuto 32... Para mí fue muy significativo».
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